Bielas y remates en la malla alta: Esa sensación de grandeza cubana

Bielas y remates en la malla alta: Esa sensación de grandeza cubana
Fecha de publicación: 
4 Agosto 2019
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Tampoco hizo mucho caso a un inicio incierto, dubitativo, como poseída por un espíritu distante del suyo de guerrera. Y su bronce así lo constató.

Hay algo en su interior que semeja una fiera recién liberada. Se sube a la bicicleta y sencillamente no existen imposibles. El ciclismo cubano no llegaba con vaticinios alentadores a Lima, pero sencillamente cuenta con dos leonas sobre bielas: Lisandra Guerra y Arlenis Sierra.

A esta última no le importó que constituyera este su estreno en el Omnium, la prueba más exigente del ciclismo de pista. Tampoco hizo mucho caso a un inicio incierto, dubitativo, como poseída por un espíritu distante del suyo de guerrera.

Entonces se sacudió la manzanillera de 27 años de todos esos demonios y puso una revolución de más, una especie de caja quinta en el velódromo, para descontar posiciones y colgarse un bronce tan disfrutado como insospechado.

Hablamos de 140 unidades, para escoltar a la curtida estadounidense, medallista universal incluso en esa modalidad, Jennifer Valente (198-y capaz de asumir la punta desde el mismo comienzo; y la también experimentada mexicana Lizbeth Zalazar (162), entre 17 pedalistas que tomaron la largada.

El desglose de su rendimiento fue el siguiente: culminó oncena en el scratch (20 ptos.), quinta en tempo (32) y eliminación (32), y segunda en la carrera por puntos (56) para redondear el total mencionado.

Lo cierto es que el impase de la prueba le asentó de maravillas a Arlenis. Transformada en una fiera fue escalando posiciones y en la carrera por puntos (80 vueltas) conjugó su inteligencia con la resistencia propia de una rutera extraclase para puntear en seis de los ocho sprines, además de acumular 40 unidades por sacarle más de una vuelta a alguna otra competidora, dos en este caso.

Con el rendimiento de la Sierra temible manzanillera, Cuba se mantuvo en el podio desde que el Omnium se insertara en el programa femenino de los Juegos, pues en las ediciones de Guadalajara 2011, y Toronto 2015, Marlies Mejías se había colgado ese mismo metal.

A propósito de su rendimiento dialogó vía electrónica, cuando apenas le restaban fuerzas, con CubaSí:

“Sufrí en las dos primeras carreras, fue una mezcla de miedo con un poco de rechazo a la pista tras tanto tiempo dedicada por completo a la ruta. Es la primera vez que corro este evento, el más fuerte del ciclismo de pista y a este nivel. Además, no hice prácticamente preparación ninguna para esta prueba, solo el fondo que me aportó mi temporada como rutera en el club Astaná.

No sé si repetiré la experiencia, pero esta medalla me da fuerzas para enfrentar la ruta y la contrarreloj. Agradezco a Dios por las fuerzas para salir de ese mal comienzo, a mi familia, a mi novio Leandro Marcos y a todos lo que depositaron su confianza en mí”.

A propósito de guerreras, Lisandra Guerra lo dejó todo en la pista, pero cedió 1-2 en cuartos de final de la velocidad individual ante la azteca Jessica Zalazar.

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El triunfo sobre la escuadra de Brasil constituyó el mejor rendimiento evidenciado por el elenco de voleibol hasta la fecha en lima. Foto: José Meriño, enviado especial.

Voly: Demostración de lujo sobre Brasil y a la final

Fue una tromba color chocolate la que asaltó el Mondo-Flex  de la Villa Deportiva Regional el Callao. Precisión, buen trabajo de equipo, y pocos errores no forzados se sumaron a la poderosa artillería cubana en ataque y un servicio que ya se cataloga de incisivo en esta joven generación de jugadores que barrió en semifinales 3-0 (25-16, 25-22, 25-21).

Los comandados por Vives parecían el elenco con experiencia sobre la cancha, y pese a enfentrar a la selección B auriverde (primera de su llave) dieron una demostración bien sólida, siendo más efectivos en ataque (de 75-37 por un 93-39), saque (seis aces contra uno), y lo que es fundamental, solo 12 errores no forzados contra 29 de sus adversarios sudamericanos.

Funcionó el conjunto cubano a partir de una recepción estable, con protagonismo de Osniel Melgarejo y Marlon Yant, además de buena distribución del armador Eduardo Adrián Goide. De hecho, Melgarejo (17 puntos), Miguel Ángel López (12) y Yant (10) tuvieron dobles dígitos por los antillanos, en tanto solo Carlos Barreto (12) pudo materializarlo por los brasileiros.

Cuba volverá a citarse en la final con Argentina, nuestro verdugo por 3-0 en preliminares, y elenco al que doblegamos por el título de la Copa Panamericana. Los albicelestes fueron mejor que Chile 3-1.

Un repaso a los certámenes de voly masculino en este milenio arroja que en Santo Domingo 2003, Venezuela nos pasó la escoba por el título; en Río 2007 nos desquitamos sobre los propios venezolanos 3-2 para agenciarnos bronce.

Brasil fue nuestra bestia negra en Guadalajara 2011 y nos privó del cetro por 3-1; y en Toronto hace cuatro años anclamos en el quinto puesto, por lo que ese lugar ya está superado con creces.

Habrá que ver como se muestran los nuestros nuevamente ante los albicelestes.

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