Las abstracciones de Pedro de Oraá regresan al Museo Nacional de Bellas Artes

Reconocido por hacer del abstraccionismo una depurada expresión y una militancia estética, el artista de la plástica Pedro de Oraá regresa hoy al Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba con un catálogo de su recorrido artístico.

Bajo el título Oraá Abstractivo, el artista expone una muestra viva de rigor poético e ingenio expansivo, que a decir de la crítica, constituye a la vez una declaración de renovada juventud.

La exposición rememora el otorgamiento del Premio Nacional de Artes Plásticas en 2015, por lo que recoge piezas de varias exhibiciones realizadas durante los últimos años, tanto dentro como fuera del país.

Oraá formó parte del llamado Grupo de los Diez Pintores Concretos, colectivo aparecido en el panorama de la plástica cubana a mediados del siglo XX y que en los últimos tiempos ha despertado el interés de la crítica foránea.

El artista, fiel a los presupuestos de un abstraccionismo geométrico, propone una treintena de pinturas acompañadas de algunas obras escultóricas.

Graduado de la Academia de San Alejandro en 1952, Oraá ha participado en innumerables exposiciones personales y colectivas, entre las que destacan la V Bienal de Sao Pablo en los finales de los 50 y las exhibiciones en Zona Franca, dentro del programa colateral de la 12 Bienal de La Habana.

Sus obras se encuentran en la colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, en el MoMA de Nueva York, Estados Unidos, el Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Pompidou, Francia y Museo Ludwig, Alemania.

Más de 60 años de vida artística avalan en gran parte la trayectoria de este maestro, también Premio Nacional de Diseño del Libro en el 2011, poseedor además de una vasta obra como ensayista, poeta, diseñador y crítico de arte.