Exhorta presidente cubano a consolidar unidad en América Latina (+ Video)

Al inaugurar en esta capital la XVI cumbre ALBA-TCP, Díaz-Canel hizo un recorrido por la historia y recordó que el Comandante venezolano Hugo Chávez y el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro fueron artífices del ente regional.

Subrayó que fueron formados más de 11 mil médicos de países del ALBA en las escuelas latinoamericanas de Medicina ubicadas en Cuba y Venezuela, apuntó.

Díaz-Canel precisó que dos millones 223 mil 35 latinoamericanos y caribeños fueron operados de la vista, se realizaron más de 30 millones de consultas oftalmológicas, y un millón y medio de discapacitados se censaron y atendieron socialmente.

A través del ALBA-TCP cuatro millones 163 mil 767 de personas se alfabetizaron en la región con el método cubano Yo sí puedo, esto hizo posible que naciones como Venezuela (2005) Bolivia (2008) y Nicaragua (2009) fueran declaradas libres analfabetismo, destacó el dignatario.

Ahora -agregó- El Salvador trabaja para lograrlo.

No solo en el área social tenemos éxito, también en lo económico y prueba de ello es el Banco del ALBA que ofrece financiamiento a nuestras naciones para proyectos económicos de interés, señaló Díaz-Canel.

También existe la inversión de los ingresos por venta de combustible mediante el acuerdo de pagos justos en el desarrollo social, agrícola, pesquero, industrial, reparaciones navales,minería extractiva, obras viales e hidráulicas, turismo y la creación infraestructura aeroportuaria, precisó.

En política, hablamos de la ayuda sin condicionamientos, respetuosa de los intereses personales y legislaciones de cada país, pues entre nosotros no caben chantajes de ninguna clase, aseveró el presidente de Cuba.

Unidad necesaria

En la inauguración de la XVI Cumbre del ALBA -TCP, el mandatario exhortó a cerrar filas en la defensa de Nicaragua y Venezuela.

'La subversión política, las agresiones económicas y sus efectos sociales, y las constantes amenazas del uso de la fuerza, constituyen constantes amenazas a la paz y la seguridad de la región, acotó.

En ese sentido, señaló que la observancia de los principios de la proclama de América Latina como zona de paz es esencial para preservar la estabilidad en el área.

Propuso construir un frente con las fuerzas de izquierda y progresistas, y los movimientos sociales para contrarrestar los peligros que se ciernen sobre Latinoamérica y El Caribe.

Díaz-Canel sugirió también defender la ética y la honestidad de las administraciones públicas y rechazar la judicialización de la política cuando frecuentemente se intenta desconocer la voluntad popular como sucedió en Brasil, donde jueces asociados a la derecha insisten en condenar a los líderes progresistas, aseguró.

El mandatario calificó, además, a la ALBA-TCP de bastión inquebrantable ante las amenazas de los intereses hegemónicos y la consideró una necesidad como mecanismo genuinamente latinoamericano y caribeño.

Afirmó que el bloque integracionista ha demostrado en más de una ocasión que es un mecanismo eficaz de concertación, unidad, defensa de la causas más justas, integración, cooperación y solidaridad.

De igual modo, exhortó a continuar enfrascándose en la construcción, fortalecimiento y defensa de la unidad, que consideró el bien más preciado, la deuda con los próceres y el compromiso con las generaciones futuras.

Recordó en ese sentido el legado de los líderes históricos cubano Fidel Castro, y venezolano Hugo Chávez, así como de los próceres José Martí y Simón Bolívar, en la defensa del poder de la unidad para defender a los pueblos.

Posteriormente a la inauguración de la Cumbre del bloque integracionista dio inicio al debate con una agenda aprobada por la mayoría de los participantes.

Con una membresía de 10 países, la alianza bolivariana surgió como alternativa al Área de Libre Comercio de las Américas, una propuesta neoliberal de Estados Unidos que pretendía quebrantar la soberanía de las naciones latinoamericanas y caribeñas.

El mecanismo de integración, que cumple este viernes 14 años de fundado, mantiene la solidaridad, la complementariedad, la justicia y la cooperación como principios fundamentales de su eje de acción y de las relaciones entre los Estados miembros.