Teatro: Una caja de zapatos vacía

El Espacio Teatral Aldaba rinde homenaje al centenario de Virgilio Piñera con la escenificación de uno de los últimos textos del célebre dramaturgo, Una caja de zapatos vacía, dirigida por Eric Morales.

Se trata de otro de los experimentos de Piñera en el teatro del absurdo y la crueldad, una dimensión de su trabajo al que dedicó buena parte de su labor creativa.

En el texto abundan las contradicciones, muchas puros sinsentidos. Se suceden bocadillos que «analizan» una situación desde varios puntos de vista, uno más absurdo que el anterior, hasta crear una amalgama extraña.

Lo singular es que todo está dicho con las palabras del día a día.

La puesta es bastante fiel a la impronta del autor. Morales ha querido honrar al dramaturgo siguiendo casi al pie de la letra las indicaciones.

El espectáculo recrea un ámbito opresivo y bastante irracional, en el que se reflexiona sobre el poder y su representatividad.

Los decorados son simples, muy funcionales; el diseño de iluminación es contrastante.

Más que convincentes las actuaciones de Brenda Besada, Roberto Gacio y el propio Morales, que asumen con energía y convencimiento roles con muchas exigencias.

Una caja de zapatos vacía se presenta de martes a jueves, a las 8:30 p.m., en la sala Tito Junco del Centro Cultural Brecht.