Horarios e invierno a la cubana

Horarios e invierno a la cubana
Fecha de publicación: 
3 Noviembre 2018
0
Imagen principal: 

Parece ser que fue Benjamín Franklin en 1784, cuando fungía como embajador de Estados Unidos en Francia, quien primero anduvo tratando de ajustar horarios y ahorros.

Se cuenta que por entonces envió un texto al periódico Le Journal de París para proponer que se aplicaran impuestos a las personas cuyas ventanas impidieran la entrada de la luz natural a sus casas porque así atentaban contra el ahorro.

En esa línea sugirió también racionar la venta de vela y tirar de la cama a los habitantes al amanecer con campanadas y cañonazos. No le hicieron caso.

Tendrían que transcurrir unos 132 años para que, en 1916, por primera vez se hiciera efectivo un cambio de horarios y minuteros intencionalmente. La finalidad fue hacer los días más largos para, en el contexto de la Primera Guerra Mundial, ahorrar energía.

Alemania fue la pionera. El domingo 30 de abril de 1916 a las 11 de la noche todos los relojes en ese país germano se adelantaron hasta las 12 por orden del káiser Guillermo II.

La suya fue una medida de guerra que buscaba ahorrar carbón, el combustible que por entonces movía al mundo y que se había vuelto extremadamente caro a causa d ela contienda bélica.

Además de sus aliados austrohúngaros, que cambiaron la hora junto con los alemanes, otras naciones europeas como los Países Bajos, Dinamarca y Suecia le siguieron los pasos en días sucesivos.

La decisión alemana repercutió también en Reino Unido, donde en 1907, el constructor William Willett había dado la batalla a favor del horario de verano. En su caso el ahorro energético no era el móvil fundamental sino que sus coterráneos pudieran contar con tiempo extra de luz solar para dedicarlo al ocio.

A raíz del cambio de horario alemán, los británicos se decidieron también a hacer sus ajustes para calzar su economía de guerra.

Los franceses imitaron un mes después a los británicos. La naciente Unión Soviética, cambio también sus relojes en 1917, y los Estados Unidos, lo hicieron un año después, cuando entraron en la guerra. España fue de las últimas naciones occidentales en cambiar la hora obedeciendo el real decreto de abril de 1918.

Al terminar la guerra, terminó también el horario de verano; solo hasta los años 70 no se retomó tal proceder con la crisis del petróleo acontecida en el medio oriente. A partir de 1973, unos 70 países, sobre todo del hemisferio norte, han mantenido tal práctica.

El patio de mi casa no es particular

El caso cubano, siguiendo la conocida canción infantil que recuerda que el patio de mi casa “llueve y se moja como los demás”, no ha sido una excepción en los cambios de horario de acuerdo con la práctica internacional.

alt

La mayor de las Antillas empezó a adoptar el horario de verano a partir de 1928. Como norma, aquí ese horario da inicio el segundo domingo de marzo y termina el primer domingo de noviembre, cuando entra en vigor el horario de invierno, igual llamado horario normal o estándar, de acuerdo con el huso horario correspondiente al país según la referencia del meridiano de Greenwich.

También Cuba sigue el llamado horario de verano buscando ahorrar energía eléctrica.

Es la ONURE (Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía), del Ministerio de Energía y Minas, la más directamente vinculada con el ahorro energético y los cambios horarios.

Creada en diciembre de 2012, esta Oficina se encarga de divulgar y promover las temáticas relacionadas con el ahorro y uso eficiente de energía mediante la elaboración de estrategias, campañas y soportes promocionales para elevar los conocimientos y una cultura energética en el país.

Precisamente la ONURE explicó a propósito de este horario normal que, como habrá un mayor uso de la luz artificial, ello hará crecer la demanda de electricidad durante el llamado pico eléctrico, entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche.

En consecuencia, esa entidad recuerda que tanto en los hogares como en los centros de trabajo es importante que se adopten medidas para utilizar en ese horario pico sólo los equipos e iluminación necesarios.

Los tic tac del mundo

Los países ajustan sus horarios de acuerdo con sus posiciones geográficas; como tendencia, el otoño inicia en el hemisferio Norte a fines de septiembre, mientras que para el hemisferio Sur comienza al concluir marzo.

No obstante la diversidad de puntos de vista al respecto, una buena parte de las naciones ajusta sus relojes en función de esas peculiaridades geográficas y del ahorro para sus economías. De igual forma, considera la calidad de vida de sus habitantes ya que mientras puedan disponer de más horas de luz diurna acorde con el horario de verano, con más posibilidades cuentan para la práctica de deportes y otras actividades al aire libre.

Actualmente, la mayoría de las computadoras, smartphones y otros portátiles cambian automáticamente la hora, innovación que se produjo por primera vez con el Sistema Windows 95.

Las máquinas lo tienen todo programado, pero los humanos no, así que los países de la Unión Europea (UE) han formado cierto “tira y encoge” con respecto a sus relojes.

Sucede que inicialmente habían dicho que cambiarían la hora por última vez en marzo de 2019, pero una nota de hace solo días rectificó lo anterior indicando que retrasarán tal decisión hasta el 2021.

La presidencia de la UE explicó que los estados miembros necesitan más tiempo, y no solo menos de un año, para prepararse y enfrentar debidamente la decisión de acabar definitivamente con los cambios de horario.

No obstante, la mayoría de esa comunidad de países coincide en no desear más cambios de horarios, solo Reino Unido, Polonia y Suecia han mostrado reticencias al respecto.

alt

De todos modos, mientras una parte del mundo se pone de acuerdo, otra opta por no tocar sus relojes y una tercera los cambia regularmente dos veces al año; los cubanos, a la una de la madrugada de este domingo cuatro de noviembre atrasarán puntuales horario y minutero volviendo a ponerlos en las 12:00.

A partir de ese instante deberá empezar también, puntualmente, una batalla contra el despilfarro de energía eléctrica, por el ahorro de ese valioso, indispensable recurso.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.