Por vigesimoséptima ocasión consecutiva desde 1992, la comunidad internacional demanda de manera categórica en el principal órgano deliberativo de las Naciones Unidas el levantamiento del cerco aplicado por Washington a la isla durante más de medio siglo.
La votación de este año estuvo marcada por las presiones de Estados Unidos para desacreditar a Cuba, al presentar ocho proyectos de enmiendas que solo obstaculizaron y alargaron el proceso y no tuvieron el respaldo de los países miembros de la ONU.
En las sesiones de hoy y la víspera, diplomáticos de varios países, a nombre de organizaciones globales y regionales o en su capacidad nacional, abogaron por el cese del bloqueo y criticaron su impacto en el desarrollo socio-económico de la isla.
También coincidieron en que el bloqueo es una violación de los derechos humanos de todo el pueblo cubano y entorpece las relaciones del país caribeño con el resto del mundo.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que el Gobierno de Estados Unidos manipula y politiza vulgarmente el deseo universal de garantizar los derechos humanos a todas las personas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Así lo ha hecho al presentar enmiendas a la resolución 'Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba', señaló.
Cuba está dispuesta a hablar sobre derechos humanos y desarrollo sostenible en cualquier órgano, momento y bajo cualquier tema pertinente de la agenda, y alienta el diálogo y la cooperación en esas cuestiones, dijo el canciller.
Pero el Gobierno de los Estados Unidos no tiene la menor autoridad moral para criticar mi país ni a nadie en materia de derechos humanos, añadió.
Este año, la representación norteña presentó ocho enmiendas que debieron ser sometidas a votación en la Asamblea General de la ONU, pero todas recibieron el rechazo de la mayoría de la comunidad internacional.
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