ZONA CRÍTICA: ¿De verdad propiciamos el turismo cultural?

ZONA CRÍTICA: ¿De verdad propiciamos el turismo cultural?
Fecha de publicación: 
12 Junio 2018
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Claro que somos un destino de sol y playa, no faltara más, ubicados como estamos en pleno trópico, en la zona del eterno verano, con tantos kilómetros de hermosas costas. Cuba es un destino de sol y playa, pero es mucho más que eso, tiene mucho más que ofrecer. Y en materia de cultura, esto es casi una obviedad, nuestras potencialidades son grandes, porque grande y distintivo es nuestro patrimonio cultural.

El turismo cultural, por supuesto, trasciende el concepto de las artes, porque cuando hablamos de la cultura de un país nos referimos también al amplísimo entramado de costumbres, tradiciones, maneras de asumir la vida en sociedad. Pero incluso, si nos referimos específicamente al turismo que accede a las propuestas artísticas, Cuba todavía tiene mucho más que ofrecer, y muchos retos por delante.

El primero: consolidar y mejorar los servicios al turista. Buena parte de los eventos que se comercializan (festivales, conciertos, rutas patrimoniales) tienen una calidad garantizada. Pero la manera en que se le facilita el acceso al turismo tiene que ser más funcional. El producto cultural es complejo, porque no depende solo de cuestiones objetivas, hay mucha subjetividad en juego.

Pero al menos la logística tiene que funcionar. Y cuando hablamos de logística no hablamos solo de aseguramientos, sino de estrategias adecuadas de contratación y también de promoción. No puede ser que el turista no cuente con la información precisa y veraz si le interesa disfrutar de terminadas opciones culturales. No debería ser, pero a veces es. Y esa responsabilidad no es solo de las agencias de turismo, tiene que ser un empeño de todas las instituciones de la cultura. Particularmente las ubicadas en los grandes polos turísticos.

Otro reto importante: hay que tener en cuenta las jerarquías artísticas. El turista, más si es un turista extranjero, no tiene por qué estar al tanto. No es justo, ni para el turista, ni para el artista, ni para las instituciones culturales, no es justo pasar gato por liebre.

Ya muchas barbaridades dicen por ahí esos guías improvisados, que se aprovechan de la buena voluntad y el desconocimiento de tantos turistas. Mientras menos espacio dejemos a la informalidad y a la desinformación, mejor.

El patrimonio cultural de Cuba, la cultura que hacemos y defendemos todos los días, ameritan un turismo cultural de altura.

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