Grecia vota seguir en la Euro

Si hay una palabra que esta semana ha sonado en las cabezas y en los corazones de los griegos es esperanza. La esperanza de que de las elecciones del domingo salga un Gobierno decente que haga todo lo posible por sacar al país de la crisis y la esperanza de que se la selección de fútbol venciera a Rusia y se clasificara para cuartos de final.

Lo de las elecciones está por ver. Los que sí cumplieron y llevaron un poco de felicidad a sus compatriotas fueron los futbolistas. Un solitario tanto de Karagounis, héroe nacional desde hoy, le valió a los griegos para estar entre las ocho mejores selecciones de Europa.

Lo más curioso de todo es el modo en que esta Grecia se ha metido en cuartos. Además de ganar y eliminar a la, a priori, selección más difícil del grupo, han realizado un partido, cuanto menos, curioso.

Y es que los griegos, si querían clasificarse, debían ganar sí o sí. En mente de todos estaba que salieran con mentalidad ofensiva y con ganas de plantar cara al poderío ruso.

Sin embargo, la premisa del seleccionador Fernando Santos fue toda la contraria.

Durante los primeros cuarenta minutos Grecia pareció un conjunto de espectros que se deslizaban por inercia sobre el campo. Su apatía defensiva y su nula capacidad ofensiva hacían que pensar en su clasificación fuera una utopía. Sin embargo, al borde del descanso, una vieja gloria de esta selección como Karagounis aprovechó un error de la defensa rusa para llegar sólo ante Akinfeev y batirle por bajo.

En el ecuador de los dos partidos Grecia estaba clasificada. Así, se esperaba que en los segundos cuarenta y cinco minutos esperaran atrás y volvieran a buscar las contras.

Empero, los griegos volvieron a sorprender. El gol les dio ánimos y empezaron a pelear por el balón en el medio.

Cierto que según pasaba el tiempo y según Advocaat iba metiendo más jugadores ofensivos en el campo, los griegos iban retrocediendo metros. Sin embargo, los helenos aguantaron, ganaron a Rusia y necesitarán un nuevo milagro en cuartos para vencer al primero del grupo B, el grupo 'de la muerte'.