Dayron Robles y Liu Xiang: un duelo a muerte

La expectación es más que justificada y quizás mayor que la vivida en la cita olímpica de Beijing hace cuatro años. La prueba de 110 metros con vallas es en una de las atracciones hoy en cualquier reunión atlética internacional y mucho tiene que ver en ello el duelo entre nuestro Dayron Robles y el chino Liu Xiang.

Sin embargo, algunas preocupaciones han crecido entre los aficionados tras la noticia de lesión del antillano y el excelente tiempo del asiático en Eugene, EE.UU, donde igualó el récord del orbe en poder del cubano (12.87 segundos), aunque no fue homologado por haberlo hecho con una velocidad del aire superior a la permitida. (2,4 m/s).

Para acentuar más las dudas y los desvelos, Dayron se reservó el derecho de no asistir a las dos paradas de la Liga de Diamante, previstas en tierra norteña, dado el reposo médico indicado ante una leve molestia en su pierna de ataque, una señal nada agradable a solo dos meses de los Juegos Olímpicos de Londres.

Más allá de los resultados discretos del vallista cubano Dayron Robles en este año olímpico —su mejor crono es 13.18—, pocos especialistas lo dejan fuera de la final en la capital británica el venidero 8 de agosto si se recupera a tiempo y con la potencia acostumbrada. Pero reitero, solo si es el Dayron agresivo, fuerte, impresionante, ganador, sin sombras de dolor o falta de entrenamiento que conocemos desde sus primeros éxitos en el 2006.

Es cierto que el deportista cubano más seguido por los medios internacionales de comunicación se ha convertido en un referente seguro de medallas en cada participación, a pesar de las deudas mundialistas en Berlín 2009 y Daegu 2011, la primera por una molestia repentina en semifinales, la segunda por una discutida descalificación al hacer contacto con Liu Xiang en las últimas vallas.

Hoy la realidad tiene matices particulares, pues no puede obviarse la calidad de sus rivales, sobre todo el chino Liu Xiang, quien después de su operación en el 2008 ha recuperado ya los mismos cronos que lo llevaran al oro olímpico en Atenas 2004. Su forma deportiva llama la atención por ser muy similar a la que tuvo el propio Dayron antes de la justa olímpica del 2008.

Sin embargo, una vez más confiamos en que “este duelo a muerte”, como calificara recientemente Dayron sus carreras con el asiático sonría al guantanamero en el momento cumbre. Su equipo de trabajo, liderado por el mejor entrenador del planeta en esta especialidad, Santiago Antúnez, sabe que la primera batalla será su recuperación al cien por ciento y solo así llegaría luego esa dorada que todos deseamos gritar.