¿Moinelo no estaba cansado?

Hasta ahí, todo bien, pero cuando los ojos se me abrieron desmesuradamente fue cuando escuché el nombre de Liván Moinelo entre los escogidos.

En primer lugar, se trata de un lanzador sobreutilizado durante toda la campaña, tanto en Cuba como en Japón, que pidió, en sus propias palabras, descansar luego de tantos meses de trabajo. ¿Cómo ahora, de golpe y porrazo, aparece en esta “preselección”?

A lo mejor ninguno de ellos es tomado como refuerzo para la Serie, eso queda en manos del mentor ganador, de acuerdo con sus necesidades, pero al menos para mí, la presencia de Moinelo manda un mensaje equivocado.

En primer lugar, si no estaba en condiciones de lanzar en Cuba, ¿cómo ahora va a estar listo para integrarse al campeón, en detrimento de otros que sí sudaron la camiseta durante toda la campaña, con sus equipos de origen o como refuerzos?

No me parece honesto, porque hay algo que se llama RESPETO. Primero a la afición, porque estoy seguro de que los cuatro conjuntos involucrados en la postemporada, con sus respectivos seguidores, hubieran querido a Moinelo con su uniforme, y en segundo lugar con el resto de los lanzadores que se han ganado el derecho con sus actuaciones aquí.

Si el criterio es técnico, tampoco me convence. Nadie cuestiona su calidad, pero ¿Va a estar en mejor forma luego de pasar más de un mes de vacaciones que quienes acaban de concluir el campeonato, o aún luchan por el trono? No me parece.

Repito, probablemente esto quede en un simple entrenamiento, pero se trata de las formas, que importan a veces más que el contenido. Dejen descansar al muchacho, y que se prepare para otra exitosa campaña en Japón, en vez de apurar su regreso. Las vacaciones las tiene debidamente merecidas, como merecido tiene también quien ocupe su hipotético puesto como cerrador del equipo a la Serie, gracias a su rendimiento en nuestra Liga.