Cinismo sionista: Israel amenaza con destruir a quien trate de oponerse a ser agredido

Acostumbrado a agredir impunemente, cayó como una bomba en la sede ejecutiva sionista –ojalá hubiera sido literalmente así- el derribo de un avión y la avería a otro que participaban en el bombardeo a la ciudad siria de Palmira, de donde fue expulsado hace unos días el terrorista Estado Islámico (EI).

Por supuesto, mientras el EI estuvo allí, destruyendo obras de indudable valor histórico y cultural, asesinando y abriendo fosas colectivas, Tel Aviv se abstuvo de atacar, y fue solo ahora, alegando que Damasco estaba construyendo una fuerte infraestructura militar… en territorio sirio.

La balandronada de los halcones sionistas no paró ahí: amenazaron con destruir todas las defensas antiaéreas sirias, si impedían que los cazas de Tel Aviv sobrevolaran –y bombardearan- el territorio del país árabe, donde en anteriores días habían incursionado cerca de la capital, Damasco, y en las alturas del Golán, en una zona ocupada ilegalmente por los sionistas desde hace 50 años.

El Ejército sirio rechazó, a través de un comunicado, la incursión aérea israelí en Palmira, con el “simple intento de apoyar” a los terroristas del autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe). Además, resalta su determinación de responder, con todas las medidas necesarias, a cualquier intento de agresión por Israel en cualquier parte del territorio de Siria.

De todas maneras, en el espíritu de los agresores pervive la realidad de que el ejército sirio ha sido el único en oponerse firmemente sus ambiciones hegemónicas, debido a que, junto a la gobernanza, ha mantenido inalterables espíritu y actitud antimperialista y antisionista, un mismo perro con diferencias leves en el color del collar, por si acaso.

Desde Moscú, el Consejo de Defensa de Rusia advirtió al primer ministro Benjamin Netanyahu que se abstuviera de seguir atacando territorio sirio y que se uniera al combate antiterrorista, al que considera el mayor peligro en la actualidad, cuestión difícil de dilucidar por Tel Aviv, porque ha apostado mucho por el apoyo al Estado Islámico en lo financiero, el entrenamiento militar, la logística y hasta en la recepción hospitalaria de sus heridos.

Y mientras se cura a los terroristas en los hospitales israelíes, se denigra la ayuda humanitaria y solidaria rusa y de Damasco a los damnificados por la guerra de agresión terrorista incoada por el imperialismo.

Los informes repetidos sobre la situación humanitaria siria que se basan en “testimonios” de supuestos “activistas” locales recogidos de las redes sociales hacen más daño a la reputación de los propios organismos internacionales y los medios que ayudan a resolver los problemas humanitarios.

Esos elementos tratan de legitimar cuanto antes el montón de noticias falsas y el engaño manifiesto de la propaganda occidental, que gastó montos colosales este último año, por lo cual está muy vigente el señalamiento del canciller ruso, Lavrov:

"Todos deben apoyar la lucha contra el terrorismo. Estos informes, no podrán sustituirles el pan, las medicinas y el techo a los sirios”.