Ofrenda floral de Raúl Castro a mártires del II Frente Oriental

Ante la llama eterna también se colocaron otras dos de los Consejos de Estado y de Ministros y el pueblo de Cuba.

La fecha fue recordada con un acto político-cultural y ceremonia militar, con una amplia representación de pobladores de Mayarí Arriba, cabecera del municipio montañoso de Segundo Frente, donde la Revolución llevó hasta sitios recónditos la educación y la salud.

Yumilka Romero Vargas, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas en esa serranía, recordó en las palabras centrales la creación del frente guerrillero el 11 de marzo de 1958 por el entonces Comandante Raúl Castro Ruz, quien llegó a ese paraje con la Columna 6 Frank País bajo su mando.
A aquel momento histórico, dijo, le siguieron heroicos días de lucha, cumpliendo la orden del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de extender la guerra iniciada en la Sierra Maestra.

Destacó que en el 2018 se celebrarán los 60 años de ese hecho y convocó a saludar la efeméride con mayor producción, embellecimiento de las comunidades y la lucha contra la corrupción y las indisciplinas sociales.

De esa forma demostraremos que las ideas de Fidel, Raúl y Vilma siguen presentes en este pueblo, en especial en los jóvenes, recalcó Yumilka.

El momento cultural llegó con el cuarteto Alma, de instructoras de arte, con la canción Cabalgando con Fidel, del trovador Raúl Torres, y la solista Sandra Chivás con la conocida pieza Su nombre es pueblo, de Eduardo Ramos, mientras estudiantes del preuniversitario Rolando Matos regalaron una danza.

Luego las máximas autoridades de la provincia santiaguera y el municipio depositaron flores ante la llama eterna y la piedra con las cenizas de la Heroína de la Sierra y el Llano Vilma Espín.

Seguidamente se hizo una larga fila de pioneros, estudiantes, hombres y mujeres quienes, como es tradicional en este fecha, llevaron en sus manos rosas para rendir tributo a los combatientes de esa fuerza rebelde.

En el Mausoleo las palmas son fieles guardianes de los nichos, en tanto califas rojas bajan por la Loma de Mícara, como símbolo de la sangre derramada en las luchas por la libertad.