De camino a Barranquilla en gimnasia rítmica

Pasar con éxito por el torneo clasificatorio que acogerá Guatemala en julio próximo será el primer objetivo del ciclo para la gimnasia rítmica cubana, que cuenta con un equipo renovado y ya piensa en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla en el 2018.

“Armadas” de tres pelotas y par de cuerdas encontró JIT al conjunto que se prepara para ese certamen, previsto para los primeros días del séptimo mes como parte de un festival que también otorgará boletos regionales para la artística.

Cuatro muchachas en individuales y siete del conjunto son las involucradas en los entrenamientos, asumidos en medio de cambios en el Código de Evaluación y las reparaciones en la Escuela Nacional.

«Estamos haciendo un gran esfuerzo, trabajando todas en un solo tapiz», comentó la preparadora principal Nely Ochoa, quien busca variantes para aumentar las horas disponibles y poder asumir pronto, junto a sus alumnas, una base en Sancti Spíritus.

«Eso me dará más tiempo útil sobre el tapiz, podremos trabajar más horas», adelantó sabedora de cuánto necesita “pulir” en unas niñas que enfrentan el reto con muy poca experiencia competitiva y deficiencias técnicas que tratará de eliminar lo más posible.

Brenda Leyva, Grettel Mendoza y dos niñas muy nuevas forman la base para los concursos individuales, mientras en el conjunto están Melissa Kindelán, Claudia Arjona, Yeilín Castañeda, Danay Utria, Claudia Simón, Anisleydis Chirino y Elaine Rojas.

Volviendo al mencionado evento clasificatorio se supo que en individuales clasifican como equipo los cuatro primeros países y serán cinco los conjuntos.

«Hasta este momento estamos preparando el conjunto, pero hay que esperar igual que siempre a ver la cantidad de países que asisten», precisó Ochoa recordando el problema de falta de cuórum de los últimos ciclos.

El Campeonato Mundial, previsto para septiembre en Pésaro, Italia, pudiera ser el cierre del año, aunque por el momento solo es parte de una planificación.

«Queremos asistir con un conjunto y alguna muchacha individual, por lo menos para aparecer en ese contexto del que estamos perdidas hace tiempo», aceptó.

Sobre el Código reconoció que experimentó variaciones en muchos acápites y que deberán ensayar para el montaje de las selecciones.

«Sobre todo cambió en el valor de las colaboraciones, la manera de elaborarlas, aunque se mantienen los pasos rítmicos. También se modificó la cantidad de dificultades, de 10 bajaron a nueve, y pueden hacerse por dificultad o intercambio en correspondencia a lo que se elija», explicó sobre lo que considera más importante a tener en cuenta.