Congo Democrático: Guerra impasible, paz imposible

Hace muy poco escribíamos en este portal sobre la guerra interminable que se desarrollaba en varias zonas de la República Democrática del Congo, contienda alimentada por monopolios extranjeros que se disputan las demostradas riquezas de la nación africana.

No obstante, hoy se está haciendo un loable esfuerzo para por lo menos llevar algo de sosiego a esta nación en que son abundantes las viudas y las madres sin hijos, muchos de estos convertidos en combatientes en cualquier facción, porque todas han pecado de egoísmo.

Y es que este país con hermosos paisajes, lugares intrincados por espesas selvas que pudieran alimentar por igual a seres humanos y animales, ha tenido la triste ¿fortuna? de ver como los señores de la guerra y las estructuras tejidas en torno a ellos se alimentan de los conflictos armados, los cuales  constituyen, a su vez, el instrumento básico para el mantenimiento de su influencia.

Hoy nos llega la notica de un nuevo intento para lograr la paz, con el nombramiento de un gobierno de transición, el cual, por vez primera, tiene una amplia representación de todas las partes, y se afirma que no responde a influencias e intereses disímiles que se dedican a comprar almas y cuerpos, Necesidad hay de que tenga éxito, por lo que es cuestión importante seguir su desarrollo.

Un anterior pacto entre gobierno y opositores armados en la región se convirtió en letra mojada, cuando se produjeron nuevas incursiones de elementos mercenarios que también combaten entre ellos, porque están al servicio de compañías extranjeras en disputa por las conocidas riquezas de una nación independiente desde 1960 y que solo ha tenido un período de paz entre el 2003 y el 2007.

Creíamos que en el 2014 se podría poner fin a décadas de conflicto armado en el este de la sufrida nación africana, basándonos en logros políticos y militares, incluyendo el aumento de la cooperación regional y la aparente disolución del grupo militar M23, pero ni un día las comunidades de Kivu del Norte y Sur se han dejado de enfrentar a asesinatos, violaciones, secuestros, torturas y extorsiones económicas a manos de diversos grupos armados que todavía controlan gran parte de la región.

Además, las fuerzas de seguridad del gobierno también han llevado a cabo abusos contra la población civil, lo cual hace que miles de  familias viven destrozadas por la continua tensión de vivir bajo la violencia y la explotación, con niños que no pueden asistir a la escuela, una escasez de alimentos generalizada y la consiguiente desnutrición, una atención sanitaria inadecuada y la falta de instalaciones de agua potable y saneamiento.

Este fin del 2016 encuentra a cerca de tres millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares, muchas de ellas de varios sitios en pocos meses, y más de 400 000 viven en campos de desplazados y dependen exclusivamente de la ayuda humanitaria.

El problema de la República Democrática del Congo no se concierne al este, porque la carencia es general en el segundo país en extensión del continente, después de Argelia, con 2 345 410 kilómetros cuadrados y unos 80 millones de habitantes, con el lugar 114 mundial en lo que concierne al Producto Interno Bruto y el 186 en crecimiento anual promedio, que apenas llega al uno por ciento, según datos del 2015.

Mucho hay que decir, mucho hay que seguir y mucho habrá que tratar en esta nación donde la guerra continúa impasible y hace la paz imposible.