Campaña de Alfabetización: «Cuba escribió una página épica»

Campaña de Alfabetización: «Cuba escribió una página épica»
Fecha de publicación: 
22 Diciembre 2016
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Foto: José R. Rodríguez Robleda
 

Maestro de alma y corazón, graduado de la escuela Normal de Holguín y de Santiago de Cuba, dirigente sindical de extensa trayectoria, Julio Reyes participó en la organización de la  Campaña de Alfabetización en el oriente del país, una zona “enorme e intrincada”, a la cual muchas veces solo se podía acceder a través de avionetas.

A propósito de conmemorarse  este 22 de diciembre el aniversario 55 de la Campaña, CubaSí conversó con este hombre que atesora innumerables recuerdos de esa gran epopeya.

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A pocos días de esta fecha, y a propósito también de la fundación del Sindicato de los Educadores (en el mes de noviembre de 1961), Julio expresó que la comunicación con los muchachos en Sagua de Tánamo, así como en otras regiones del oriente, se realizaba por vía aérea, pues por tierra era muy complicado, debido a la difícil geografía de la zona.
 
Ha transcurrido más de medio siglo, sin embargo rememora los detalles. “No solo fue una tarea heroica que fortaleció la unidad y creó conciencia revolucionaria, sino que dejó una gran experiencia, sobre todo, en los dirigentes, quienes luego tuvieron la responsabilidad de llevar adelante las tareas de formación de maestros.

“Primero fue un mes de preparación en Varadero, luego la Campaña duró entre diez y once meses. Nosotros en el oriente del país recibíamos a los miles y miles de brigadistas que llegaban en trenes. Fue una Campaña épica increíble.

“¿Te imaginas un campesino que accediera a dar clases, convencido de que tenía que aprender a leer porque Fidel lo decía?, ¡fue algo hermoso esa comprensión del pueblo hacia lo que significaba la Campaña. Y si nosotros hoy tenemos los millones de graduados y universitarios, ahí están las raíces, ahí empezó la obra revolucionaria de la educación!
 
“En lo emotivo no solo fue inolvidable, sino que contribuyó a llevar adelante otras muchas tareas que luego tuvimos que enfrentar en educación y en el movimiento sindical.

“Fue una batalla grande, pero lo que se hizo después fue más grande todavía; se trataba de la escolarización y capacitación de adultos, el seguimiento. En aquella época brillaron hombres que tuve la suerte de conocer como Raúl Ferrer, quien fuera mi amigo personal, un gran pedagogo, y alma de la Campaña.

“Desde el punto de vista de la participación del pueblo esa obra no tuvo paralelo, al margen de lo que hicieron los brigadistas, los coordinadores y los dirigentes. Gracias a esto se logró en menos de un año declarar el territorio libre de analfabetismo.

“Cuba escribió una página épica y con orgullo podemos decir que la escribió el pueblo. Los dirigentes convocaron, pero el pueblo respondió unánimemente”.

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