Maykel Massó: El gen de los saltamontes cubanos en la sangre

Maykel Massó: El gen de los saltamontes cubanos en la sangre
Fecha de publicación: 
15 Diciembre 2016
0
Imagen principal: 

No duda ni por un segundo en mencionar al saltamontes Iván Pedroso como su ídolo. Por esas coincidencias de la vida, Maykel Demetrio Massó (8 de mayo de 1999) mide los mismos 1.78 que Iván, su físico es visiblemente parecido y busca perfeccionar su técnica para emular la gloria alcanzada por su paradigma, consistente en cuatro títulos del orbe al aire libre, cinco sobre pista cubierta, y el cetro olímpico de sydney 2000.

 

Con los pulmones cargados de sueños, encara el santiaguero Massó cada sesión de entrenamiento. De hecho, su nominación entre los diez mejores atletas juveniles del 2016 no sorprende. Hablamos de un joven de 17 años que ostenta la mejor marca entre saltadores de longitud de la categoría cadetes de todos los tiempos con sus impresionantes 8.28 metros, por encima del también antillano Luis Bueno (8.25). A ese nivel, atesora igualmente los seis mejores registros de la presente temporada. Mientras, entre juveniles Massó recaló segundo del ranking por detrás del chino Yuhao Shi (8.30). Sin embargo, su empuje le mereció la corona en la cita universal de Bydgoszcz, Poland, donde clavó sus pinchos a la distancia de ocho metros exactos.

 

Luego de este entrante notable de rendimientos partí a su encuentro en el Estadio Panamericano. Llegué temprano en la mañana, casi terminaban el intenso calentamientos en las afueras del Estadio, su entrenador Juan Nápoles me aseguró que me lo cedería un tiempo, solo que después de terminar el circuito de trabajo físico en el gimnasio. ¡Vaya circuito! Abdominales, trabajo sobre los cuádriceps, saltos, cuclillas y semicuclillas con peso, fortalecimiento de hombros, asaltos laterales…

 

Cuando parecía que se le agotaban las fuerzas, accedió a iniciar su carrera de impulso para responder a las preguntas de Cubasí:

 

Campeón mundial cadetes en Cali 2015 y ahora juvenil, ¿cómo encaraste la preparación para ese certamen?

 

“Teníamos la mente puesta en el mundial juvenil. Fue una experiencia bonita, pese a tener aún edad cadete. Salí a competir sin tanta presión como de cara a Cali. Y estaba enfocado en mantener mi cadena de títulos por las diferentes categorías. Si bien mi salto de ocho metros no fue todo lo que esperaba, me alcanzó para coronarme”.

 

La secuencia de Maykel tuvo otros dos intentos válidos: inicial de 7.50 y el 7.80 del adiós.

 

Poco más de un mes entre Polonia y Río. ¿Qué sensaciones te dejó codearte con los mejores del mundo?

 

“A Río fui con la idea de acumular otra experiencia, sin aferrarme a un gran resultado. Aún así, por dentro quería un salto grande, y estaba ansioso por lograrlo. Quedar en el lugar 15 (7.81) no estuvo mal, pero no me hizo feliz, pues ni siquiera alcancé los ocho metros.

 

Disfruté muchísimo esa competencia, tener a mi lado a los mejores de la especialidad. A varios los veía como inalcanzables, pero sencillamente corren, atacan la tabla, despegan y vuelan igual que uno.

alt

 

En el 2015 tuviste sensaciones similares entre el mundial de cadetes de Cali y el de Mayores en Beijing…

 

“Sí, similar. En el mes de mayo salté 8.12 acá en La Habana y eso me puso como máximo favorito. No podía defraudar y vencer con 8.05 me reportó una gran alegría. Beijing constituyó otro escalón en materia de experiencia competitiva, no se puede quemar etapas en el ciclo de desarrollo de un deportista y sentí que tanto Beijing como Río eran experiencias necesarias, pero no significaban mis momentos de aspiraciones al podio”.

Principal figura del salto de longitud cubano en edad juvenil. Tradición de Pedroso, Luis Felipe Melis, Ibrahim Camejo, Joan Lino Martínez: ¿preparado para enfrentar el reto de cara al Mundial de Londres?

 

“Ya a Londres iré en busca de otros rendimientos. El primero de esos propósitos es ubicarme entre los ocho finalistas. Los entrenamientos han iniciado muy fuertes, a tono con las ambiciones y centrados de conjunto con mi entrenador y Juan Miguel Echevarría en ese objetivo. Psicológicamente me siento con la mentalidad fuerte”.

alt

 

A propósito de Juan Miguel, ¿cuán beneficioso resulta tener el empuje acá en casa de tu coequipero con semejantes rendimientos?

 

“Juan Miguel me exige. No puede haber la mínima confianza, no hay margen a la relajación. Esa necesidad de buscar mejores saltos cada día es de gran ayuda. En lo personal constituye un honor entrenar a su lado. Todos los de la generación actual, con Maykel Vidal y él, somos muy bien llevados, disfrutamos el entrenamiento. En un futuro no lejano, aspiramos a colocarnos los cuatro entre los mejores saltadores de longitud del mundo, rescatar el prestigio de Cuba”.

 

¿De qué argumentos técnicamente se vale Maykel Massó para saltar?

 

“Salto con 15 pasos y ocho de volante hacia detrás antes de salir. Dependo mucho de la velocidad, los entrenadores dicen  que mi potencia es natural, pero si no logro una buena carrera de impulso, no sale un buen salto. En ese sentido me parezco a la escuela de saltadores estadounidenses. Respecto a la técnica, en este minuto mi vuelo consta de media bicicleta. Poco a poco he ido mejorando algunos detalles como el asociado a meter la cadera y otro relacionado con dejar la espalda atrás en la caída, pues me resta muchos centímetros. Su corrección debe culminarse antes de entrar en etapa competitiva. Además, ataco con la pierna derecha la tabla”.

 

EN LOS ALBORES DE UN SALTAMONTES

 

Háblanos de tus inicios en Santiago de Cuba

 

“Mi padre Demetrio Massó fue quien me inició en el atletismo, pues él fue corredor de 400 metros, aunque no llegó a la preselección nacional. En ese entonces hacía pruebas combinadas de salto, velocidad y fuerza, (abro paréntesis para una curiosidad: en el campeonato nacional juvenil de Las Tunas Maykel se coronó en el hectómetro con 10.38 segundos). Comencé en el Combinado de Los Olmos. Inicié a los diez años y estuve en la academia hasta los 14 años en noveno grado. En ese tiempo incluso alcancé preseas de plata en salto de altura y máximo acumulador en quinto grado. Ya en séptimo grado fui primero. En dos Juegos Escolares alcancé el título en salto de longitud y además fui plata en salto de altura con marca personal de 1.88”.

alt

 

¿Cómo fuiste captado a la preselección nacional?

 

“Mi entrenador Juan Goalberto Nápoles me hizo la pre captación en esos Juegos Escolares. Con 14 años fui a una competencia internacional en República Dominicana y la gané con 7.59 que constituyó récord. Así confirmé mi entrada al equipo nacional”.

 

¿Entre los actuales punteros del ranking, qué saltador te llama la atención?

 

“El australiano Fabrice LaPierre y el británico Greg Rutherford son los que más me llaman la atención. Son saltadores naturales, su estilo es similar al mío, aunque dependen de la fuerza. Igualmente admiro a los estadounidenses, quienes corren muy duro. En algún momento de mi carrera quisiera tener lo mejor de ambas variantes, velocidad, potencia y fuerza. En esa combinación estará el éxito entre mayores”.

 

¿Momentos?

 

“El más importante cuando logré saltar los 8.28 metros acá en el Barrientos. El más triste en el panamericano juvenil, cuando terminé en el onceno puesto y ni siquiera accedí a la final. Me enredé con la carrera de impulso, me daba con la pierna contraria la llegada a la tabla. Era inexperto y no fui con mi entrenador. Casi llegué el mismo día y no supe corregir echando siete pies hacia delante o hacia detrás mi carrera”.

 

¿Tu relación con Juan Gualberto y el resto de los preseleccionados?

 

“Juan Gualberto es como mi padre. Nosa reímos mucho, pero cuando hay que asumir las cosas con responsabilidad, eso es fundamental. La disciplina es el punto de partida al éxito. Con el resto de los muchachos, abundan las jaranas. Somos un equipo divertido, pero serio a la vez. En los entrenamientos prefiero los ejercicios de velocidad. Siempre busco competir con mis coequiperos en ese aspecto. Lo que menos me agrada son los saltos, especialmente en etapa de playa. Me agota demasiado”.

 

Maykel tiene una claridad en sus ideas notable. Su sed, a la par de su madurez, va creciendo. Desde ya trabaja con total intensidad para enfrentar el mundial de mayores de Londres, su segunda experiencia de este tipo y en la que de seguro superará con creces sus 7.70 y escaño 23 de Beijing, la edición precedente. Por ahora, todos estaremos expectantes para ver si confirma los criterios de muchos especialistas que lo colocan como uno de los talentos más prominentes del campo y pista cubano y universal.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.