Mabel Gay: «de Estambul regresé sorprendida, contenta y comprometida»

Mabel Gay: «de Estambul regresé sorprendida, contenta y comprometida»
Fecha de publicación: 
13 Abril 2012
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La saltadora de triple Mabel Gay fue protagonista dentro de una delegación cubana que regresó cabizbaja del Campeonato Mundial de atletismo celebrado en Estambul entre el 9-11 de marzo del presente año.

El metal bronceado que ella obtuvo allí se convirtió en la única medalla que sacó la Mayor de las Antillas de la cita techada continental y «salvó» a Cuba de irse con las manos vacías por primera vez en la historia de estas lides.

De la discreta actuación de los cubanos mucho se habló, sin embargo, es este blog el primero que se acerca a la  medallista para conocer, de primera mano, detalles de la competencia, así como de su experiencia, preparación y proyecciones para la actual temporada que tendrá como punto final los Juegos Olímpicos de Londres.

-Hola, Mabel, más vale tarde que nunca y por ello estamos acá para conocer de primera mano, ¿cómo fue la experiencia invernal que terminó con un bronce en Turquía con el que escalaste, nuevamente, un podio mundial?

-La medalla me tomó por sorpresa, realmente no esperaba el resultado porque en la gira no entrené muy bien producto del frío y de que no teníamos todas las condiciones para prepararnos de la mejor manera. Teníamos acceso a una polivalente, pero ahí no podíamos hacer la parte técnica; para ello se debía hacer coordinaciones e ir de vez en cuando a Madrid para poder hacer «técnica». Lo digo por mi caso particular, soy una atleta «de trabajar»; mi forma no llega solamente con pesas y ejercicios físicos.

Entonces, para colmo de males, fui a una competencia en París y me lastimé el tobillo; esto fue otro factor importante, porque no me sentía a tope físicamente y las molestias del tobillo atentaban contra mi rendimiento en una competencia que se sabía difícil.

Con reserva de que quizás las cosas no me iban a salir muy bien, asumí el Mundial y me marqué un objetivo: estar entre las primeras, entre las finalistas.

Para acceder a la final se pedía 14.30 y me propuse hacer la marca, pero no lo logré en un grupo que, casualmente, fue el más fuerte porque estaba Aldama (Yamilé Aldama) y la kazaja (Olga Rypakova). Ellas pudieron hacer la marca y yo me clasifiqué tercera de ese grupo con 14.22 y quinta en general.

Fue entonces que pensé: «Mabel, ya que lograste estar entre las ocho primeras, vamos a buscar estar entre las seis y después ya veremos qué pasa». Recuerdo que la noche antes de la final tuve que pedirle al médico que me inyectara porque tenía fuertes dolores en el tobillo.

Asumí la final en malas condiciones, no me sentía bien y mi competencia estaba muy limitada por la lesión. En el cuarto intento me dije: «Bueno, Mabel, vamos a meter el pie duro, si total, ya duele, y es en ese intento que consigo el salto de 14.29 que me ubica tercera».

Casi convencida de que me iban a «rematar», proseguí compitiendo, porque es un momento en el que todo el mundo quiere ganar y bueno, había que esperar hasta el final.

Cuando se acabó la sexta ronda de saltos sin que nadie superara el 14.29 que me daba el bronce, yo no podía creerlo. Me estaba vistiendo para salir de la pista cuando me di cuenta de que el bronce era para mí. No sabía qué hacer, si correr, si darle la vuelta a la pista; en fin, estaba sorprendida y de tanto no hice nada; me quedé allí  mirando. Fue una sensación extraña; pero bueno, gracias a Dios llegó la medalla. Estoy clara de que no es buena marca, pero alcancé la medalla y eso es bien importante.

-Es cierto, no fue una buena marca (14.29) la que conseguiste, pero tu actuación nos dio la única medalla de la delegación. ¿Qué significa para ti?

-Primero, como te decía, estuve sorprendida, pero luego me sentí contenta y a la misma vez comprometida. El hecho de haber sido la única medallista me hizo sentir, como te digo, más llena. Estoy en general muy alegre con la presea  y con mucho ánimo de recuperarme totalmente para seguir el ciclo de preparación.

-¿Cómo estás hoy?

-En resumen, tenía un esguince y tuve que tomar un descanso. Pero esta semana comencé a entrenarme porque ya estoy bastante bien, ya estoy en el grupo y me siento bien.

-No estuviste en la Copa Cuba y asumimos que haya sido consecuencia de la lesión, ¿qué pasó con Copello y con Yargeris?

-En mi caso fue por elección, al igual que varios de mis compañeros de disciplina, entre ellos Copello (Alexis Copello) y Savigne (Yargeris Savigne). Nosotros llegamos acá con déficit de entrenamiento y varias molestias. A todos nos hicieron un ultrasonido y los médicos decidieron que no podíamos competir hasta tanto no nos recuperáramos.

-¿Hay futuro asegurado para el triple salto cubano?

-Por supuesto, yo veo mucho futuro, tanto por los resultados que podamos obtener nosotros –los más maduritos acá-, como por las nuevas figuras que vienen despuntando. Entrenamos en equipo y hay muchachos y muchachas jóvenes con muchas condiciones. Te puedo mencionar a Yosleydi Rivalta y Dailenys Alcántara, y entre los chicos a Revé; todos muy jóvenes y de excelentes condiciones.

-Entonces, ¿se mantienen los resultados de la escuela cubana de triple salto?

-Sí, sin dudas.

-En cuanto a tus resultados personales. En las categorías inferiores llegaste a deslumbrar al vencer en el Mundial sub-17 y en el sub-23 allá por el año 1999 y 2002, respectivamente. Después tu rendimiento ha sido estable, pero no ha despuntado como se esperaba, por ello, todo el mundo piensa en esos 15 m que no acaban de llegar. ¿Cómo lo asumes?

-Yo siempre tengo en mente los 15 m, pero no sé qué pasa. Hay personas que dicen que yo no soy agresiva en el entrenamiento y en la competencia y que por ello no he logrado sobrepasar la marca, pero no creo que ese sea el caso, yo me siento bien compitiendo a mi ritmo y me gusta ser así porque es mi forma y aunque no lo demuestre, sí soy agresiva, me exijo mucho y trato de dar lo máximo. Este año estoy entrenando fuerte y tengo como meta tratar de buscar esos 15 metros que tanto se me han resistido.

-¿En los entrenamientos has logrado alcanzarlos?

-No. Es una marca que desconozco.

-De las rivales, ¿qué me dices?

-El triple femenino ha sido un evento muy estable a nivel mundial en los últimos años. Hay un grupo de al menos 14 atletas que tienen marcas sostenidas por encima de 14.50; entre ellas, la kazaja (Olga Rypakova), la ucraniana (Olha Saladuha), Yamilé (Yamilé Aldama), hay dos griegas, la colombiana Ibarguen (Catherine) y también Yargeris. Ello conlleva a que el nivel de la disciplina siempre se mantiene alto, y me imagino que la competencia olímpica va a ser muy fuerte, donde todas ellas tienen opciones reales.

-¿Estás enfocada de a lleno en Londres?

-Sí, completamente enfocada en la Olimpiada y en los resultados para llegar a ella en forma. Siempre buscando mejorar, pero cuidándome de las lesiones. Es complicado, se trata de entrenar y darlo todo cada día; pero también hay que cuidarse y a la misma vez, estar enfocada en buscar un resultado, que para mí es trabajar fuerte por llegar a los 15 m y luchar por estar entre las primeras.

-Tenemos referencias de que tienes buenas relaciones de amistad con la colombiana Ibarguen. ¿Estamos en lo correcto?

-Sí, mira, sucede que hemos coincidido bastante en las competencias de alto (yo empecé en el salto de altura) y bueno, después en el triple; ¡¿quién iba a decir que Catherine iba a tener tan buenos resultados?! Nos conocimos en Polonia en 1999 y como las dos hablábamos español, hicimos amistad, luego ella venía a entrenar acá y siempre andábamos juntas. Catherine siempre me apoya y me corrige los errores, cosa que aprecio porque en una competencia donde todo el mundo quiere ganar, son muy pocas las atletas que le regalan un consejo a una rival.

-Aprovecha y envíale un mensaje.

-Catherine, te deseo muchos éxitos este año, que todo te salga bien y nada, que nos veremos en Londres.

-No quisiera terminar este diálogo sin preguntarte sobre una página que se recuerda en Cuba con mucho cariño. Háblame de Berlín.

-Berlín (y suspira). Berlín también para mí fue una gran sorpresa. Una alegre sorpresa que sentí como el premio al esfuerzo de un año de gran dedicación. En 2009 me esforcé muchísimo y aunque nunca pensé en ese resultado,  siempre lo recuerdo como algo especial. Clasifiqué súper bien y en la final todo me salió como quería. Ser subcampeona y poder sentir las emociones de dar la vuelta olímpica en un estadio lleno donde todo el mundo aplaude en señal de respeto y de felicitación, fue genial. Espero que se repita algo así.

-Tu mensaje para el pueblo de Cuba.

-
Que confíen en mí; que aquí hay Mabel para rato. Estoy entrenando muy fuerte y con la mirada puesta en metas y objetivos bien definidos. Siempre con la misión de poner en alto la bandera de Cuba en la Olimpiada, donde llegaré para mostrar lo mejor de mí.

-Gracias. Han sido las declaraciones de Mabel Gay, subcampeona mundial de Berlín en 2009, bronce en Estambul 2012 y única medallista de Cuba en este último campeonato mundial.

Tomado del Blog DeporCuba

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