Racismo: el odio que aniquila

La muerte de un joven afronorteamericano, la golpiza a una mujer iraquí en California y el asesinato de una mujer negra a manos de un policía local son algunos de los recientes sucesos ocurridos en los Estados Unidos, que demuestran el aumento del racismo y la xenofobía en ese país.

La muerte de Trayvon Martin a la salida de una cafetería el pasado 26 de febrero conmocionó a la comunidad negra y la opinión pública internacional. El caso desató una ola de movilizaciones en varias ciudades del sur para exigir a las autoridades norteamericanas el arresto inmediato del responsable, George Zimmerman de 28 años, quien a un mes de los sucesos aún se encuentra en libertad.

Líderes de la Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles, la Federación Nacional para el Progreso de la Gente de Raza Negra, y la Asociación Nacional de Periodistas Negros demandaron al gobernador de la Florida, Rick Scott, y a la Casa Blanca la detención del homicida.

Lo más terrible es que al parecer, Zimmerman podría quedar en libertad según la ley popularmente conocida como "dispara primero", la cual permite a cualquier persona enfrentar de manera letal a un potencial agresor con un arma de fuego cuando considere que su vida pueda estar en peligro.

En base a eso, la magistrada Angela Corey, quien lidera las investigaciones contra el vigilante, explicó que será casi imposible armar una acusación oficial. El abogado de Zimmerman invocó el criterio de defensa personal y alegó que la noche del suceso su cliente y Trayvon Martin forcejearon, el primero quedó con una herida en la cabeza y el adolescente recibió un disparo en el pecho.

El panorama parece complicarse con la entrada en escena del Partido Panteras Negras, una organización radical afronorteamericana y heredera de las ideas de Malcom X, que en la década del 60 implementaron programas para mejorar el nivel de vida de los afroestadounidenses, pero el Buró Federal de Investigaciones los declaró enemigos públicos en 1969.

Panteras Negras activó este fin de semana una recompeza de 10 000 dólares por la captura del asesino de Martin, quien permanece encerrado en su vivienda desde finales de febrero.

Mikhail Muhammad, su líder, declaró que será "un evento de ojo por ojo y diente por diente, 10 000 negros se preparan para aprehender a Zimmerman. Si la policía no lo hace, lo haremos nosotros".

A esto se une las declaraciones del padre de la víctima, Tracy Martin: "nuestro hijo no merecía morir. Nada podemos decir que nos lo devuelva, pero quiero asegurarme que se haga justicia y que otros padres no tengan que pasar por esto de nuevo".

Como si una muerte no fuera suficiente, el pasado miércoles otra joven de 22 años fue asesinada por un patrullero en Chicago, quien disparó contra un sujeto que conversaba a pocos metros de ella y que supuestamente sacó una pistola.

Rekia Boyd recibió un proyectil directo en la cabeza. Sus familiares, amigos, y defensores de los derechos civiles marcharon durante los últimos tres días por las principales calles de Chicago pidiendo justicia y claridad en las investigaciones.

Según el hermano de Rekia, Martinez Sutton, la policía trabaja lento para esclarecer el suceso, el arma causante del tiroteo nunca apareció y el culpable se encuentra en paradero desconocido. Por lo que consideran el caso como una acción racista.

Odio e intolerancia parecen ser también las causas de la golpiza de la joven iraquí de 32 años, Shaima Alawadi, quien murió dos días después en el hospital del condado de San Diego, California, y dejó huérfanos a cinco niños.   

Según reveló la prensa, junto al cuerpo de la mujer se encontró una nota amenazante donde se podía leer: "Este es nuestro país, no el de ustedes, terroristas”.  Una de las hijas declaró que desde su llegada a California, unas semanas atrás, su mamá había sido amenazada e instada a abandonar el país. Alawadi había llegado a los Estados Unidos junto a su familia a mediados de los años noventa.

Paralelo a estos acontecimientos, se conoció que por primera vez en 35 años el Departamento de Policía de Los Ángeles, California, reconoció la existencia de racismo entre sus oficiales. Una acusación que desde los años 70 realizan organizaciones civiles. Además los expertos aseguran que la venta de armas de fuego y municiones aumentó en los últimos meses. Reportes económicos señalan que en 2011 se vendieron cerca de 11 millones de armas para una ganancia del orden de los cuatro mil millones de dólares.

La intolerancia hacia diferentes culturas, religión, creencias, formas de actuar reinan en un país signado por el caos moral. Las guerras en Iraq, Afganistán, Libia.... parecen haber sembrado el odio, ese odio que aniquila salvajemente y sin perdón.

Mientras, padres como los de Trayvon se quedan sin su hijo adolescente o hijos como los de Shaima tienen que aprender a vivir sin sus padres. Y mi pregunta es ¿hasta cuándo? ¿No han aprendido que el odio solo genera odio?.