Paz, amor, reconciliación, esperanza, palabras del Papa en México

Paz, amor, reconciliación, esperanza, palabras del Papa en México
Fecha de publicación: 
26 Marzo 2012
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Ante un país signado por la violencia, el papa Benedicto XVI habló en México sobre el amor, la paz, la reconciliación, la esperanza y de mirar hacia el corazón en momentos de dolor.

 

Los diferentes mensajes tras su llegada a Guanajuato el viernes 23 de marzo, en su primera visita a una nación hispanohablante de América Latina, estuvieron relacionados con esos conceptos, especialmente en la homilía que ofreció durante la misa del domingo 25 ante casi medio millón de fieles.

Las palabras de Benedicto XVI contra la criminalidad y la crisis de inseguridad calmaron a una nación mayoritariamente católica que clama a gritos el fin de las muertes.

Solo en los últimos seis años, de acuerdo con cálculos de organizaciones de derechos humanos y de prensa, han perdido la vida más de 50 mil personas e, incluso, se especula que el número podría remontarse a 60 mil en poco tiempo.

Pero, para los católicos revistió un significado el que su máximo guía espiritual haya abordado los tópicos del poder del bien y la esperanza al pie del Cerro del Cubilete, donde se yergue el santuario del Cristo Rey.

El punto más alto del Cerro se ubica a dos mil 600 metros sobre el nivel del mar y es el centro geográfico de la República de México.

Precisamente en su mensaje del quinto domingo de Cuaresma, el Papa expresó que el reino de Cristo no se basa en la violencia, sino en el amor y apuntó que "Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva".

Aludió a un pueblo que tiene un corazón "puro, sincero y humilde" y pidió porque la Virgen María continúe "acompañando y amparando a sus queridos hijos mexicanos y latinoamericanos" para que les ayude a promover audazmente la paz, la concordia, la justicia y la solidaridad.

Alentó a los fieles a despojarse de cualquier tentación de fe "superficial y rutinaria, a veces fragmentaria e incoherente", y que superen el "cansancio".

Benedicto XVI bendijo también 140 imágenes de la Virgen de Guadalupe (de un metro con 68 centímetros), tomadas de la original que se encuentra en el Distrito Federal, en la Basílica dedicada a la Morenita de Tepeyac (como se le conoce), patrona de México.

Antes, el guía espiritual de la Iglesia católica enunció que bajo la dulce mirada de de la Guadalupe confiaba en que esta pudiese auxiliar a la nación a superar el narcotráfico, la criminalidad, la corrupción, la crisis de valores, la división de las familias, la migración forzada, la pobreza y la violencia doméstica.

Para ver y saludar a Benedicto XVI, miles de fieles se desplazaron desde distintos puntos de la geografía nacional hasta Guanajuato. Algunos pasaron hasta dos noches durmiendo a la intemperie con el objetivo de escuchar la palabra del Vicario de Cristo.

El presidente Felipe Calderón y los candidatos a la Presidencia: Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri, estuvieron entre los invitados a la misa de Su Santidad.

Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional (PAN), fue de las primeras en arribar al Parque Bicentenario y posteriormente lo hizo Quadri, del Partido Nueva Alianza (Panal).

Mientras, López Obrador, abanderado del Movimiento Progresista, llegó poco después y por último Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Aunque algunos analistas insinuaron acerca de un posible intercambio del Papa con los aspirantes a la silla de la Residencia Oficial de Los Pinos el próximo 1 de julio, la Iglesia aclaró que Su Santidad no venía a México a reunirse con políticos ni partidos.

En su agenda mexicana, el jefe de Estado del Vaticano recibió las llaves de las ciudades de León, Guanajuato y Silao; ofició una misa privada en el Colegio Miraflores, su residencia durante la estadía en el país, y se puso hasta un típico sombrero de charro mexicano.

También sobrevoló, al igual que los hizo su antecesor Juan Pablo en 1979, el Cerro del Cubilete y se reunió con Felipe Calderón, con quien abordó algunos de los principales desafíos que enfrenta el mundo como el cambio climático y sus efectos, la seguridad alimentaria y la lucha contra el hambre.

No faltaron tampoco en la conversación los deseos de avanzar hacia el desarme nuclear y la necesidad de lograr un tratado internacional sobre el comercio de armas pequeñas y ligeras, toda vez que su proliferación ha favorecido la acción criminal del flagelo de la delincuencia organizada.

El jerarca eclesiástico asistió igualmente a la celebración de las Vísperas (liturgia que se realiza cuando termina el día y se congregan para alabar al Señor) junto a obispos mexicanos y representantes latinoamericanos, en su tercera jornada por estas tierras antes de emprender la segunda parte de su gira pastoral en Cuba.

En México los seguidores de la fe católica son ocho de cada 10 ciudadanos y los estados que concentran el mayor número de personas que profesan esta religión son Guanajuato, Zacatecas y Aguascalientes, según revelaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con las cifras, de los más de 112 millones de habitantes del país, 82,7 por ciento son católicos, o sea, 92 millones 900 mil, mientras que 9,9 por ciento reconoce una religión diferente y 4,7 expresan no tener alguna.

Se estima además que de los 43 millones 500 mil connacionales menores de 20 años residentes en territorio azteca, 36 millones 200 mil son católicos y de estos el número más elevado corresponde a niños de entre cinco y nueve años de edad.

Precisamente, un segmento poblacional al cual el Santo Padre dirigió un mensaje desde los balcones de la Casa del Conde Rul, sede de la reunión privada que sostuvo con Calderón el sábado 24 de marzo.

Su Santidad aseguró: "Ustedes ocupan un lugar muy importante en el corazón del Papa", se condolió por los niños que "soportan el peso del sufrimiento, el abandono, violencia y hambre", y pidió por un país en serenidad y armonía.

Pese a que ya se identificaba a este estado del centro de México como el núcleo del catolicismo, el Inegi confirmó que en la actualidad 94 por ciento de su población posee esa creencia, mientras que en Zacatecas es 93,5 por ciento, Aguascalientes 93 y Jalisco 92.

El estudio acotó que las entidades federativas del sur de esta nación, junto con algunas de la frontera norte, tienen los mayores porcentajes poblacionales que profesan una fe diferente a la católica, lo que se asocia a la influencia de las iglesias evangélicas y pentecostales.

Guanajuato cuenta con 46 municipios y unos cinco millones de pobladores. Su historia la sitúa en punto de referencia obligada nacional: es cuna de la independencia.

En 1810, el cura Miguel Hidalgo con la Guadalupe como estandarte proclamó, en el pueblo de Dolores, la emancipación de México (Grito de Dolores), levantó en armas a los feligreses en la madrugada del 16 de septiembre y ocupó la ciudad de Guanajuato unos días después, el 30.

Diez años después de la última vez en que Juan Pablo II viajó a este suelo (vino en 1979, 1990, 1993, 1999 y 2002), llegó Benedicto XVI.

El sucesor 265 de Pedro retomó aquí el concepto del amor, una posición espiritual a la que está apelando la Iglesia y transmitió un lenguaje que le permitió acercarse a los católicos mexicanos.

* corresponsal de Prensa Latina en México.

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