Mediante una Declaración de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, condenaron toda expresión de terrorismo, racismo, homofobia, xenofobia, violación de derechos humanos y cualquier otra manifestación que degrade la dignidad de la especie humana.

El asesinato de medio centenar de personas y las heridas sufridas por otras tantas en un centro nocturno de Orlando, Florida, se suma a los numerosos y frecuentes crímenes que acontecen en ese país, azuzados por el odio y la intolerancia, señala el texto.

Apunta que la falta de restricciones para la posesión de armas de fuego y la profusa circulación de fusiles de asalto constituyen signos reveladores del culto a la violencia que corroe el tejido social de esa nación, donde el precio de un fusil puede ser inferior al de un teléfono celular de pantalla táctil.

Reafirma, asimismo, la solidaridad con las víctimas -en su mayoría homosexuales- de esos actos y los pueblos que sufren tales embates, y expresa la disposición de defender el respeto a la diversidad, la justicia, la paz y los valores humanistas.