Opinión: Ileana, el insulto es usted

Opinión: Ileana, el insulto es usted
Fecha de publicación: 
11 Marzo 2012
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La jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen, interpretó a su manera lo que significaría invitar a Cuba a la denominada Cumbre de las Américas que se realizará en Colombia.

Según ella, esto hubiera representado “un insulto” a la democracia, la libertad y los derechos humanos, e incluso criticó el viaje que para examinar el tema realizó a La Habana el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Al respecto manifestó: “yo no creo que sea la decisión correcta”, así como también rechazó el encuentro que sostuvo Santos en esa capital con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Un comunicado emitido en Caracas indicó que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra Amèrica “seguirá estudiando la postura ante la no invitación de Cuba” a ese encuentro”.

Curioso y atrevido saber que Ros-Lehtinen valore como un insulto  que hubieran invitado a La Habana a una Cumbre donde, por cierto, no había  solicitado tomar parte.

El verdadero insulto, lo saben hasta legisladores ilustrados que ocupan escaños en el Congreso de Washington, es que Ileana Ros-Lehtinen ostente una alta responsabilidad en su Capitolio.

Sus polémicos antecedentes son tan largos que exigen ser sintetizados mediante un pequeño racimo de ejemplos concretos.

Llegó a congresista en 1989, luego de una ruidosa campaña electoral que agitó como principal objetivo la liberación del terrorista de origen cubano Orlando Bosch Avila, a quien por esa causa el Departamento de Justicia exigió expulsar de Estados Unidos.

Más adelante, Ileana sin el menor pudor se atrevió a organizarle un homenaje público en Miami, agasajo que luego extendió a otro notorio terrorista, Luis Posada Carriles.

A fines del año 2010 su amor por este último la llevó a ocupar el cargo de “presidenta de honor” del titulado Fondo Legal Luis Posada Carriles, que tendría a su cargo recaudar dinero a su favor para defenderlo en el juicio de El Paso, Texas, donde las autoridades norteamericanas lo acusaban de todo, menos de terrorista.

Pero su defensa a connotados delincuentes no se detuvo ahí, porque además se identificó plenamente con otros, entre ellos: Rodolfo Frómeta, jefe de la banda Comandos F-4, Eduardo Arocena, jefe de la pandilla Omega-7 y Valetino Hernández, preso por asesinar a otro hombre del hampa.

El 8 de julio de 1996, Ileana envió una carta a Rodolfo Frómeta, donde lo estimuló a seguir sus actividades subversivas contra Cuba, misiva que repercutió en la prensa de la Florida.

Durante aquellos tiempos, en el programa “Today” de la cadena televisiva NBC, Ileana amplió su llamado a las acciones violentas contra La Habana.

Cuando el entrevistador Bryant Gumbel dijo que la mayoría de los estadounidenses probablemente no ve a Cuba como una amenaza, ella le respondió:

“?Cuál fue la amenaza antes de la invasión a Panamá? ¿Acaso pensamos que el ejército de Manuel Noriega nos iba a invadir? ¿Y cuál fue la amenaza en la Guerra del Golfo? ¿Iban a enviar sus aviones a invadirnos? No hubo amenazas y sin embargo tomamos medidas enérgicas”, sentenció.

Otro suceso que resume la ideología y actuación de la señora Lehtinen tuvo lugar en Honduras, hacia donde ella viajó luego del golpe de Estado del 29 de junio de 2009, para manifestar su apoyo a uno de los jefes golpistas, Roberto Micheletti.

La asonada provocó una impresionante repulsa mundial, incluso en la Asamblea General de la ONU, tanto que ni siquiera el presidente Barack Obama la respaldó en aquellos momentos y llegó a calificarla de ilegal.

Pero Ileana anunció que se trasladaría a la nación centroamericana,  precisamente el día que el régimen de Micheletti anunció el cierre o control oficial de los medios de difusión masiva que no aceptaban repetir el guión de quienes asaltaron el poder.

“Estoy con el presidente de Honduras, Roberto Micheletti, porque él es el presidente de este país”, declaró ella en conferencia de prensa realizada en Tegucigalpa, la capital.

El 6 de enero de 2011 la agencia francesa AFP divulgó una carta que Ileana envió al subsecretario adjunto para América Latina del Departamento de Estado, Arturo Valenzuela, donde expresó:

“Estoy muy preocupada por los informes que he recibido sobre los esfuerzos de altos funcionarios estadounidenses  para presionar al gobierno de Honduras para absolver al ex presidente Manuel Zelaya de los cargos que enfrenta en el país”.

Con esa muestra de hechos a cuestas, Ileana Ros-Lehtinen planteó ahora que una invitación a Cuba para tomar parte en la llamada Sexta Cumbre de las Américas hubiese constituido un insulto a la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Erró la madrina rubia del terrorismo, porque nadie como ella misma constituye en sí un insulto a las mejores tradiciones de Estados Unidos, como las que encarna, por ejemplo, Abraham Lincoln.  

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