Agarres y desbalances al borde del colchón

Como un consagrado compitió aquí el librista habanero Alejandro Valdés (65 kg), quien a base de eficiencia levantó su quinta corona nacional en una de las divisiones de más rivalidad en la isla, que aún no definió el hombre para el preolímpico rumbo a Río de Janeiro.

“Calabaza”, como cariñosamente se le conoce, es ponderado por su virtuosismo y amplias posibilidades. Agresividad, empuje y constantes ataques arriba le permitieron liquidar por superioridad al agramontino Henry Mola, el santiaguero Franklyn Marén, tercero en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, y al bronceado del orbe en los 57 kg en Tashkent 2014, el guantanamero Yowlys Bonne, ascendido de peso por razones estratégicas.

Con 27 años, su inclusión en el RWG Mombris Konishofende de la Liga Alemana, le ha aportado mucho.

«La Bundesliga es algo sumamente positivo que le llegó a la lucha cubana, y los que estamos, pues también lo hacen Bonne y Mijaín López, tenemos que aprovechar esa oportunidad al máximo y servir como embajadores para que otros compañeros nuestros se sumen», dijo a JIT.

¿Qué puedes decirnos sobre el sistema competitivo imperante allí?

Hay mucho nivel, medallistas olímpicos y mundiales, incluidos campeones. Es un gran espectáculo y siempre se pelea a grada completa, viernes, sábados y domingos. Mi equipo no pudo clasificar a finales, pero posee calidad.

Cada escuadra inscribe a 10 luchadores como tope, y por reglamento cinco tienen que ser alemanes, cuatro con pasaporte de la Comunidad Europea y un “outside” como se le denomina a la categoría donde entramos los restantes atletas. Por ejemplo, Mijaín y Bonne no pueden luchar el mismo día por el ASV Nendingen. Es una decisión del jefe de entrenadores.

¿Tu saldo en victorias y derrotas?

Gané nueve combates y solo perdí uno, con el actual oro mundial, el italiano Frank Chamizo. Fue una decisión controversial, 9-2 a su favor, pero realmente esa no fue la diferencia. El arbitraje no actuó del todo bien y me dejó de marcar algunos puntos.

¿El pesaje?

Muy exigente. Debe lograrse 30 minutos antes de la pelea y apenas deja tiempo de recuperación, pues no se sigue un orden ascendente por categorías, y se usa un solo colchón.

¿Te ha cambiado tu perspectiva de la lucha?

Mucho, porque el roce con europeos y asiáticos, que son más rápidos y fuertes, contribuye a aumentar mi capacidad de respuesta y a enfrentarme a otras situaciones de combate. Hay que defender en todas las posiciones y los movimientos técnicos son más violentos. Además, físicamente estoy en óptima forma, sin algunas viejas molestias musculares.

¿Qué otra valoración?

Me siento más hecho, maduro, concentrado. Voy poco a poco, sin desespero, convencido de que las peleas se ganan segundo a segundo. Además mi estancia en Alemania me ha ayudado a realizar un riguroso estudio y seguimiento de los rivales por Internet. En especial los posibles a enfrentar en el preolímpico de Estados Unidos, que en mi peso son el estadounidense Brent Metcalf, el canadiense Haislan García y el puertorriqueño Franklyn Gómez.

¿Qué te faltaría para sumar integralidad?

Todavía tengo que pulir elementos técnicos y tácticos, especialmente en la defensa y el trabajo desde los cuatro puntos, además de seguir apostando a mis constantes ataques e intensidad. Ahora tiro muchos más tackles y enfatizo en los jalones, así como la defensa de piernas.

¿Qué te queda en el horizonte?

Mucho, pero las metas hay que vencerlas una por una. La inmediata es representar a Cuba en el preolímpico y obtener la clasificación a Río de Janeiro, y una vez allí luchar hasta ver una medalla colgada en mi pecho.

Para muchos Alejandro deberá estar en el panamericano (26-28 de febrero) y la referida eliminatoria (6-8 de marzo), ambos en Frisco, Estados Unidos.

En esa última lid solo el campeón y el subtitular de cada categoría obtendrán visados para combatir en suelo carioca, paso ya asegurado por la isla por intermedio de los grequistas Ismael Borrero (59) y Mijaín (130), monarca y plateado mundialistas, respectivamente, en Las Vegas 2015.

En la lid nacional organizada en la polivalente Yayabo Camagüey (54 puntos), La Habana (51) y Santiago de Cuba (50) coparon el podio por provincias y las coronas se distribuyeron como sigue:

LIBRE (m): 57 kg: Reineris Andrew (SSP), 61: Davián Quintana (CMG), 65: Alejandro Valdés (HAB), 70: Andy Moreno (SSP), 74: Liván López (PRI), 86: Yuniesky Torreblanca (IJV), 97: Reineris Salas (HAB), 125: Yudelmis Alpajón (HOL).

LIBRE (f): 48 kg: Yusnelys Guzmán (HAB), 53: Lilianet Duanes (CAV), 55: Lianna Montero (MAY), 58: Eliannis Valdés (MAY), 60: Yaquelín Stornel (GTM), 63: Katherine Vidiaux (HOL), 69: Yudarys Sánchez (CAV), 75: Liseth Echevarría (SCU).

GRECORROMANA: 59: Javier Duménigo (SSP), 66: Miguel Martínez (SCU), 71 kg: Dayron Salomón (CAV), 75: Yurisandy Hernández (PRI), 80: Antonio Devon (HOL), 85: Alan Vera (SCU), 98: Yasmany Lugo (PRI), 130: Mijaín López (PRI).