Elecciones parlamentarias venezolanas: Resultado adverso

Sucias guerras económicas y mediática precedieron desde mucho este compromiso con las urnas, las cuales resultaron efectivas, luego de anteriores episodios de amenazas de acciones paramilitares, de gamberros integrados en las “guarimbas” y el anuncio del no reconocimiento a nada que le fuera adverso, bajo el epíteto de fraude.

Como todos conocemos, Venezuela ha estado enfrentando una guerra que combina experiencias que Estados Unidos desarrolló contra Chile en materia de guerra económica y desabastecimiento, contra Nicaragua con acciones de terrorismo y contra Cuba con acciones de sabotaje y bloqueo. A esto se sumó la ya mencionada guerra de carácter mediático.

A diferencia de Argentina, que realizó hace poco elecciones presidenciales, con máxima seguridad y reconocimiento de sus resultados, también adversos al proceso integracionista, el Gobierno Bolivariano tiene aun el Poder Ejecutivo, además de la mayoría de las gobernaturas estaduales y alcaldías, y ya desde ahora exige a sus diputados cumplir cabalmente sus funciones en un Congreso donde serán minoría.

Cierto, fue un certamen electoral que no tuvo nada que envidiar a los mejores del mundo, y en el que el Consejo Nacional Electoral ratificó que era el único garante al respecto.

En este sentido, en Venezuela existieron auditorías que se realizaron antes, durante y después de las elecciones, y en estas participaron técnicos de alto nivel de los partidos contendores.

Es decir, no existió razón alguna para el temor al fraude, porque son los partidos los que verificaron y auditaron el sistema electoral en cada una de sus fases, lo que cual, además, pudo ser visto en cualquier parte del mundo y en vivo.

De ello fueron testigos televisoras honestas que pudieron llevar también a muchas partes del mundo las largas filas de personas interesadas en votar desde las primeras horas de la mañana, actuando con total libertad de movimiento y participación, ya que en Venezuela ejercer el sufragio es voluntario y no se teme el ser sancionado por no hacerlo.

Ello se desarrolló en medio de una logística electoral muy bien organizada, ya ensayada en jornadas previas, con el aditamento de la vigilancia necesaria para evitar desmanes de quienes ahora se muestran satisfechos por la probada honestidad oficial.

Asimismo; unos 50 representantes de la Unión Suramericana de Naciones y centenar y medio de otras entidades acompañaron las elecciones parlamentarias, además de expresidentes, incluidos algunos invitados por la oposición, luego de que el secretario general de UNASUR, Ernesto Samper, expresara que la organización está comprometida a trabajar por la promoción de la democracia protagónica y participativa, y consideró que solo los venezolanos son los únicos responsables de decidir por el futuro de su país.

Pero, con las condiciones adversas que han antecedido a esa consulta, empezando por la más reciente, la guerra económica, las cúpulas del pasado lograron que la mayoría les otorgara el triunfo en elecciones limpias, por lo que ahora se impone la lucha consecuente contra los escollos interpuestos por el imperialismo. Difícil, pero no imposible.