Mundial de Atletismo: Leyendas en flashazos y largo aliento

Mundial de Atletismo: Leyendas en flashazos y largo aliento
Fecha de publicación: 
25 Agosto 2015
0
Imagen principal: 

 

Reacciona al disparo, se yergue y comienza sus revoluciones biónicas de diminutas zancadas, a tono con sus 1.52 metros de estatura y 52 kilogramos de peso. Zancadas que le han merecido seis cetros del orbe, inalcanzables para sus adversarias…

 

Pero Shelly-Ann Fraser-Pryce es una gigante de las pistas, como también es incuestionable el feudo que ha establecido desde la versión de Berlín 2009 en los 3 000 con obstáculos el keniano Ezequiel Kemboi. Su remate en el Nido de Pájaro fue de otra galaxia, como si el mismísimo Hermes hubiese reencarnado en sus piernas, abrió las turbinas antes de cruzar los dos obstáculos finales y… fin de la cita.

 

No parecían finales, no se respiraba ese aire de duelo campal como en la definición Bolt vs. Gatlin, o más bien Bolt contra Bolt, porque salvo su descalificación en Daegu 2011, ningún otro mortal ha podido interrumpir su sinfonía de coronas al máximo nivel.

 

Entonces Fraser-Pryce y Kemboi no defraudaron a su condición de archifavoritos  y detuvieron los cronómetros en respectivos 10.76 segundos y 8:11.28 minutos.

 

La chica de 28 años, reggae en sus piernas y cabellera verde en la definición, soportó los embates de una rubia esculpida en potencia y remate: la holandesa Dafne Schippers (10.81) heptatlonista devenida sprinter y quien en una final de ocho corredoras por debajo de 11 segundos se vistió de plata con nueva plusmarca para su nación. La estadounidense Tori Bowie (10.86) ancló tercera.

 

Fraser-Pryce retuvo su reinado del 2013, se colgó el sexto vellocino en su historial en Mundiales, tercero en el hectómetro pues también exhibe el de Berlín 2009, y puso en ventaja a las sprinters de la tierra del reggae sobre las estadounidenses en el pulso del nuevo milenio. Verónica Campbell (11.01 en el 2007) es la otra agraciada caribeña, mientras Torri Edwards (10.93-2003), Lauryn Williams (10.93-2005) y Carmelita Jeter (10.90-2011) han saboreado la gloria por la nación de las barras y las estrellas. Un dato curioso, en el 2001 el podio fue ajeno por completo a jamaicanas y norteñas: lo coparon la ucraniana Zhana Pintusevich (10.82), la griega Ekaterini Thanou (10.91) y la bahamesa Chandra Sturrup (11.02).

 

Kemboi, de 33 abriles y al igual que lo estuvo Brimin Kipruto en Osaka 2007, donde Ezequiel terminó segundo, sintió respaldo total de sus coequiperos Conceslus Kipruto (8:12.38) y el propio Brimin (8:12.54), capaces de al igual que en aquella ocasión, copar los puestos cimeros. A propósito de Kemboi, accedió a su séptimo metal, pues antes de iniciar su estela dorada en suelo germano, había alcanzado trío de subtítulos entre 2003 y 2007. El mítico fondista de Kenia además posee dos coronas en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Londres 2012.

 

Solo el récord universal absoluto ha escapado de su menuda figura. El catarí Saif Saaeed Shaheen (7:53.63) lo atesora desde el memorial Van Damme de Bruselas en septiembre del 2004. Por cierto Shaheen rompió la cadena de los exponentes de Kenia con doble cetro en los Campeonatos Mundiales de París 2003 y Helsinki 2005.

 

Pero si de refrendar se trata, América sacó la mejor tajada al adueñarse de tres de los cinco títulos en pugna. En esa condición concluyó la triplista Catherine Ibargüen, cuyo estirón de 14.90 en el cuarto intento dejó sin opciones a la israelí Hanna Knyazyeva-Minenko (14.78 y primado para su país) y a la kazaja Olga Rypakova (14.77) capaz de retornar al máximo nivel tras la maternidad.

 

“Mi secreto es la sangre, las ganas de ganar, la responsabilidad que pongo cuando compito. Río 2016 es uno de mis grandes objetivos, la cereza que le falta al pastel, seguiré trabajando para eso”, afirmó a la agencia AFP al término de la justa.

 

 “Estoy muy satisfecha y feliz. Todo mi trabajo iba dirigido a esta medalla. Me hubiera gustado haber saltado un poco más lejos. Me da una gran alegría  hacer feliz a mi país. Amo el triple salto”, añadió la colombiana de 31 abriles, 1.81 metros y 65 kg quien añadió la sonrisa al cetro panamericano de Toronto (15.08).

 

Hubo más que leyendas en el imponente Nido de Pájaro. También hubo decepciones en el plano personal. El francés Renaud Lavillenie nuevamente se quedó sin el brillo supremo y el bronce de la conformidad fue su metal, por si fuera poco compartido con los polacos Ptior Lisek y Paweł Wojciechowski, todos acreedores de  (5.80).

 

Los méritos recayeron sobre el canadiense Shawnacy Barber (5.90 m). El también as recientemente en los Panamericanos de Toronto transitó  impecable hasta 5.90m antes de ceder en tres ocasiones sobre seis metros. Esa misma distancia superó en su tercer salto al alemán y rey del 2013 Raphael Holzdeppe.

 

El festejo dorado concluyó con otra exponente de Kenya: Vivian Jepkemoi Cheruiyot (31:41.31) quien se adueñó de la cima de los 10 000 metros.

 

Aupados por fondistas y velocistas Kenya (2-2-2), Jamaica (2-0-1) y Gran Bretaña (2-0-0) comandan la tabla de medallas. En el caso de los británicos también de la mano de Mo Farah en los 5 000 metros del largo aliento y la heptatlonista Jessica Ennins-Hill (6 669 puntos), demostrando sus excepcionales condiciones a su regreso luego de dar a luz.

 

Cuba tiene grandes esperanzas cifradas este martes en los brazos de las discóbolas Denia Caballero (65.15) y Yaimé Pérez (62.93), primera y quinta de la preliminar, instancia en la cual la croata Sandra Perkovic (64.51) y muro infranqueable desde Londres 2012, fue segunda. Habrá que despertarse bien temprano en la mañana para ver qué deparan giros, brazos y disparos.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.