Simeón Moré: «Es un honor tener voz para cantar la música de Benny...»

Simeón Moré: «Es un honor tener voz para cantar la música de Benny...»
Fecha de publicación: 
24 Agosto 2015
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Fotos: Oscar Alfonso Sosa

Con una devoción que roza lo ritual, Simeón Moré empeña cuerpo y corazón en salvaguardar la herencia cultural de su primo lejano Benny Moré —el Bárbaro del Ritmo—, a quien admiró desde muy joven, e incluso siguió los pasos por el mundo del arte y el canto.

 

Desconocerlo en su andar por las calles de Santa Isabel de las Lajas resulta un hecho improbable; cuna que también comparte con Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, más conocido como Bartolo o el Benny, a quien Cuba recuerda este 24 de agosto en el aniversario 96 de su natalicio.

 

“Desde hace más de 40 o 50 años realizamos una descarga en la tumba, en la fecha del nacimiento y la muerte. Es ya una tradición interpretar allí sus canciones, junto a la gente del pueblo y hasta turistas de diferentes nacionalidades que llegan interesados en esta figura”.

 

Convertido en embajador de la música del Sonero Mayor de Cuba, Simeón da la bienvenida, además, a transeúntes de todas partes del orbe en el kilómetro 232 de la Autopista Nacional.

 

altSimeón Moré ejecuta los tambores africanos, una réplica de los existentes en el Casino de los Congos, en exhibición en el Museo Municipal de Lajas, tierra natal del Bárbaro del Ritmo

 

Justo en ese punto del camino se localiza un ranchón campestre, donde las ofertas gastronómicas van acompañadas de ritmos cubanos, preferiblemente del legendario cantante.  

 

“Junto a Fermín Monzón y Bárbaro Rodríguez en las guitarras, me he mantenido en el «Te Quedarás», una instalación surgida por idea del Comandante de la Revolución, Juan Almeida Bosque, en honor a Benny, y cuyo nombre se debe a un popular bolero suyo”.

 

Complacer al público con temas tan gustados como Bonito y sabroso, Siguaraya, Cómo fue o El desdichado, el primer tema compuesto por el bardo lajero, convierte a Simeón en un excepcional testigo de la admiración profesada al afamado creador.

 

Independientemente del idioma, la música de Benny es universal, según sostiene este hombre de piel de ébano y esbeltez que se resiste al tiempo.

 

“Yo estuve en Abiyán, Costa de Marfil, invitado a cantar por un empresario africano y en Róterdam hice algunos trabajos, con el apoyo del director del Conservatorio de Música de esa ciudad holandesa. En ambos lugares el público lo disfrutó mucho”.

 

Pero la relación con el cantante y compositor devenido leyenda tiene más puntos de conexión de los imaginados. Hubo una época en que por cosas del destino o la suerte abrazó la popularidad, casi a su imagen y semejanza.

 

“Entré a la banda del Benny como cantante principal en el año 1963, poco después de la fatalidad de su muerte. El director en ese entonces estaba necesitado de cantantes y yo venía con cierta formación de Melodías del Sur, una banda con formato parecido, radicada en San Fernando de Camarones.

 

“Recuerdo que me dijo «hazte la idea que estás en las Melodías, vas a cantar los mismos números que hacías de Benny allá», porque no hubo casi tiempo para ensayos, salimos para un baile en Pinar del Río y luego estuvimos de gira por varios pueblos de Villa Clara, Matanzas, Cienfuegos y Camagüey”.

 

De aquella corta pero intensa etapa, rememora las incursiones en la emisora Radio Progreso, donde alternaban actuaciones con la emblemática orquesta América, del maestro Ninón Mondéjar, considerada la iniciadora del ritmo cha cha chá.

 

Autodidacta de formación al igual que el Bárbaro del Ritmo, Simeón se aventuró en la senda de la música desde muy joven, y luego de más de una década de trabajo como aficionado, logró la primera evaluación profesional.

 

Aunque la fama y los aplausos no le pisaron los talones como a su primo, tal dedicación en defensa de la obra musical de Benny Moré le valió el reconocimiento como Personalidad de la Cultura en el municipio de Lajas.

 

A más de siete décadas de existencia, suma hoy una certeza vital: “Para mí es un honor, un orgullo, tener voz para poder cantar los números de Benny; su música es insuperable. El son, la guaracha, el bolero, son géneros que no pasan de moda y se mantienen en el gusto popular, a pesar de los nuevos tiempos”. 

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