Mario García Portela, artífice del paisajismo cubano

Mario García Portela, artífice del paisajismo cubano
Fecha de publicación: 
25 Mayo 2015
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El artista de la plástica Mario García Portela (1942)  sorprende de nuevo con esa constante renovación que distingue su larga y fructífera trayectoria.
  
Ahora, en  la  mega exposición Zona Franca, abierta en la fortaleza San Carlos de La Cabaña -la mayor realizada en ese enclave hasta ahora sobre arte cubano y uno de los puntos de atracción irresistibles de la XII Bienal de La Habana-, propone otra vuelta de tuerca en su quehacer.
  
En declaraciones exclusivas, el diestro artista confesó que en la galería J de La Cabaña exhibe  algunos de los cuadros de su exposición Tierra oscura -de diciembre de 2012 en la Biblioteca Nacional José Martí- integrada por grandes obras fragmentadas.
  
Esta vez su muestra se compuso de modo diferente y dos piezas nuevas que rompen su anterior andadura, estilizan las imágenes y su sobria paleta de sienas  y terracotas se inclina ahora hacia el beige, aunque sin renunciar a esos grandes formatos de una envergadura de tres metros.
  
Con 38 años dedicados a la docencia en su natal Pinar del Río, más de 100 exposiciones a su haber y 13 premios nacionales y dos en España, el pintor García Portela  sigue apegado a cánones académicos, pero con una fuerza interior tal, que sus obras a nadie dejan insensible.
  
Consumado maestro del dibujo y de un manejo muy personal de las sombras y las luces, este creador a quien los años parecen no pasarle por encima, imprime   a su obra  un sentido filosófico, dentro del cual el hombre, la familia y la sociedad contemporáneos, que cada vez se divide más, están unidos por la fuerza del amor, por encima de las distancias.
  
Toda su creación goza de un magnetismo tal que al mirarla da la sensación de que  se puede caminar entre sus árboles, oler la tierra húmeda, las resinas, y notar las huellas depredadoras de la tala o la podredumbre que afectan cada vez más al entorno natural.
  
Lecciones de humanismo, de alerta acerca del cuidado del entorno, de preocupación por el legado que dejaremos a nuestros sucesores, promueve la poética de este inquieto maestro, quien en la Galería J de San Carlos de La Cabaña, está esperándonos para desde la sobriedad y el espartano empleo del color,  recordarnos que cada uno de esos árboles  son criaturas únicas, y nuestros más generosos cómplices.

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