Escasez de agua afecta el 63 por ciento de Cuba

El déficit de lluvia en Cuba solo en el primer trimestre del año llegó al 63 por ciento del territorio nacional, anunció en esta capital el Centro del Clima (CENCLIM), del Instituto de Meteorología.

   
Un ocho por ciento de la falta de precipitaciones recibió la calificación de severa a extrema, un 18 por ciento moderada y un 37 por ciento débil, indicó la institución en su más reciente boletín en relación con el estado de la sequía en el país.

   
Añadió que las mayores dificultades en ese sentido recayeron en las provincias de Pinar del Río, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
  

También los municipios de mayor carencia fueron Buey Arriba, Niquero, Bartolomé Masó, Media Luna, Guisa y Campechuela (Granma), Lajas y Palmira (Cienfuegos), así como  Manicaragua (Villa Clara).

   
El período poco lluvioso en la Isla comenzó en noviembre y se extiende hasta abril, aunque este último es considerado un período de transición hacia el lluvioso.

   
Según CENCLIM, la influencia del anticiclón o zona atmosférica de alta presión supera a la del aire circundante del Atlántico sobre Cuba, se incrementa gradualmente, mientras sus influencias  descienden sobre el continente.

    
Los sistemas extratropicales, a veces llamados ciclones de latitud media, aún desempañan un rol en el comportamiento del tiempo y el clima en la región, por lo que es usual que los frentes fríos aún crucen el territorio en este mes, precisó.

   
El uso del agua tiene prioridades por su disponibilidad en el siguiente orden: suministro a los seres humanos y a la ganadería, riego agrícola y producción industrial de alimentos, la industria, la acuicultura en embalses, actividades recreativas y ambientales, según el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).  

   
Desde el primero de enero de 2013, el INRH aplica la nueva tarifa del agua donde se pierden los mayores volúmenes: en el sector estatal, y establece regulaciones por consumo superior a la norma y por una mala planificación de lo que debe distribuirse y bombearse en entidades.