Coronación en Veracruz, momento cumbre del Béisbol cubano en 2014

   La selección de la Isla arribó a la ciudad mexicana con el único objetivo de conquistar el título del Béisbol por decimoquinta ocasión en la historia de la justa regional más antigua del orbe, y recuperar la hegemonía perdida por no asistir a la cita de Mayagüez 2010.

   En la cita veracruzana los discípulos del mentor Víctor Mesa cumplieron con la meta suprema de ocupar el primer lugar, al doblegar con relativa facilidad a todos sus rivales, incluido el plantel de Nicaragua en el partido por la medalla de oro, con marcador de 9-3.

   El regreso a la Serie del Caribe y la contratación de varios peloteros para intervenir en las Grandes Ligas japonesas, también marcaron momentos trascendentales en el panorama del deporte nacional de Cuba en el año que termina.

   Isla Margarita, Venezuela, sirvió de escenario en febrero de 2014 para el retorno de un elenco cubano al clásico caribeño, aunque el gris desempeño de la escuadra de Villa Clara –ubicada en el último escaño de la lid con una victoria y tres derrotas- quedó muy por debajo de las expectativas.

   A pesar del fracaso competitivo, la experiencia de la Serie del Caribe validó la urgente necesidad de ejecutar acciones para potenciar la calidad del Béisbol cubano, y retornar a los planos estelares de antaño en el concierto internacional.

   En ese contexto, gran interés acaparó en 2014 la incursión de Yulieski Gourriel, Alfredo Despaigne, Frederich Cepeda y Héctor Manuel Mendoza en el circuito profesional de Japón, como parte de la política encaminada a insertar jugadores en ligas foráneas de nivel.

   Gourriel brilló en la liga japonesa al promediar 305 desde el cajón de bateo, con 11 jonrones y 30 remolques para la causa del Yokohama DeNA Baystars, mientras Despaigne selló otro desempeño destacado con 311, 12 cuadrangulares y 33 impulsadas, en representación del Chiba Lotte Marines.

   Sin obviar las actuaciones más modestas del estelar Frederich Cepeda y el talentoso serpentinero Héctor Manuel Mendoza, la labor de Gourriel y Despaigne demostró el enorme potencial del Béisbol cubano, que el año próximo podría incrementar su presencia en el máximo torneo nipón.

   En el plano doméstico sobresalió sin dudas la edición 53 de la Serie Nacional, con una final de leyenda entre los planteles de Pinar del Río y Matanzas, rivalidad que alcanzó ribetes dramáticos y mostró lo mejor de la esencia del pasatiempo nacional en la Isla.

   Los discípulos de Alfonso Urquiola desbarataron la mayoría de los pronósticos que daban a la escuadra matancera como amplia favorita a la corona, luego de liderar la etapa regular y eliminar en semifinales al diezmado equipo de Villa Clara, el anterior monarca.

   A pesar de los favorables augurios, los Cocodrilos de Víctor Mesa quedaron nuevamente relegados al segundo lugar, al toparse con un colectivo de Pinar del Río que derrochó coraje, unidad y amor a la camiseta, para conquistar el décimo título con destino a las arcas de esa occidental provincia.

   El año 2014 también dejará para la historia la victoria de Cuba por barrida en el tope beisbolero ante Estados Unidos, los títulos conseguidos por las nuevas generaciones en el Mundial sub-15 y el Panamericano Juvenil celebrados en México, y la coronación de Artemisa en el primer Torneo Nacional sub-23.