DEL FESTIVAL. ¿Quién era Pablo Escobar?

DEL FESTIVAL. ¿Quién era Pablo Escobar?
Fecha de publicación: 
11 Diciembre 2014
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Después de ver esta película fácilmente constatamos que Pablo Escobar era el mismo asesino del que hemos escuchado hablar durante años; ni más ni menos. Fue sin dudas, un hombre que le robó los sueños a miles de personas, especialmente a quienes estuvieron cerca de él. Escobar fue ese hombre que les entregó a sus familiares y amigos un edén falso, fracturado, y que impuso siempre su voluntad, solo la suya.

 

La cinta “Escobar. Paraíso Perdido” es una de las atracciones del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que, por estos días inunda La Habana de público, realizadores y artistas en general.

 

El mayor pretexto para ir a verla es la actuación eternamente magistral del boricua Benicio del Toro al encarnar al capo colombiano. Claro, nos llama también la curiosidad que despierta un filme que habla sobre una de las personalidades más polémicas de las últimas décadas en el continente americano.

 

Después de haber visto algunas series televisivas (unas buenas y otras no tanto), haber leído libros y seguir las noticias uno se pregunta qué nuevas luces puede mostrarnos esta película del actor italiano devenido director de cine, Andrea di Stefano.

 

Cuando empezamos a adentrarnos en la trama del filme dejamos atrás esa manía de dominar fechas y datos exactos que en definitiva son fríos a la hora de hacer una valoración sobre una figura.

 

escobar pareja

 

“Escobar. Paraíso Perdido” no es un biopic convencional, más bien es un thriller romántico (si esa definición existe) que cuenta la historia de dos enamorados albergados en el mismo seno del sanguinario narcotraficante en la época en que este último gozaba de una vida privilegiada hasta que se hace inminente su rendición a las autoridades de Colombia.

 

Nick es un surfista canadiense que decidió irse a la costa colombiana con su hermano y cuñada para llevar una vida silvestre y desenfadada, con la toda la felicidad que le proporcionan la música y el surf.

 

Su vida cambia cuando conoce a María, una joven colombiana bella e inteligente, cuyo tío, Pablo Escobar se está postulando para un cargo en el gobierno.

 

La devoción de Nick por María es suficiente para que él decida apartarse de ese mundo idílico junto al mar y su familia y vaya a convivir y a trabajar para Escobar, sin conocer todos los detalles (dígase asesinatos frecuentes o torturas a los enemigos) que entraña la actividad del narcotráfico.

 

Si bien estos jóvenes parecen ser los protagonistas de la película, el personaje de Escobar es algo así como el dueño de la historia, el personaje omnipotente y omnipresente en la vida de todos los demás.

 

Para muchos espectadores quedan dudas sobre la veracidad de este romance en la vida real del jefe del Cártel de Medellín. Sin embargo, cualquier ambigüedad queda superada por la marcada intención del autor de demostrar que Escobar era definitivamente un sicópata y un asesino, capaz de mandar a matar a sus amigos, familiares y cómplices con la mayor tranquilidad del mundo.

 

Escobar limpiaba su camino a sangre fría, sin diferenciar entre niños, mujeres y hombres. Él daba la orden de ejecución como si no se tratara de seres humanos, como si él fuera Dios y pudiera decidir por todos. Como si tuviera el derecho supremo de arrebatarles el paraíso.

 

escobar benicio-toro

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