Crece la vida animal en pedraplén más largo de Cuba

La variedad y cantidad de aves que se alimentan de peces, alrededor del pedraplén entre esta ciudad y el polo turístico de Cayo Santa María, refleja abundancia de animales marinos que se reproducen gracias a la salud ambiental que facilita la vía.

 
Esta senda de 48 kilómetros es un buen ejemplo de construcción ejecutada con un alto cuidado del entorno, lo cual se muestra también con el espontáneo crecimiento de manglares a ambos lados de la carretera.

 
A dos décadas del completamiento de la vía, la zona conserva las características para el avance de esta formación vegetal, importante refugio para ejemplares juveniles de especies de peces comerciales, por lo cual realizan una función ecológica a favor de la pesca.

 
También aparecen corales en las piedras del pedraplén indicador de buenas condiciones ambientales, resultado del quehacer de científicos y constructores.

 
Imprescindible para el desarrollo turístico al noroeste de la central provincia de Villa Clara, la carretera pudo ejercer un impacto negativo en la zona marina pero era el medio para articular tierra firme con uno de los polos turísticos de mayor perspectivas en la Isla.

   
Lo más importante fue garantizar los parámetros hidrodinámicos alrededor de la obra, fundamentalmente con la realización de 44 puentes y otros intercambios del líquido en los sitios señalados por los expertos.

   
La situación actual a los lados del camino corrobora las condiciones por las cuales obtuvo el Premio Puente de Alcántara, otorgado por  España.

   
Este galardón se entregó a la mejor obra de ingeniería de Iberoamérica en el lapso 1998-2000, por la excelencia de la ejecución y el cuidado del medio.
 

Con frecuencia, pelícanos y gaviotas acompañan a los viajeros por la ruta que atraviesa el mar rumbo a las hermosas playas de la tríada de cayos Santa María, Las Brujas y Ensenachos, donde el turismo explota unas siete mil habitaciones.