Matanzas y Holguín: dos sorpresas en la pelota cubana

Si algo ofrece rivalidad en cualquier torneo deportivo es que existan figuras o equipos sorpresas, que ganen y ofrezcan espectáculo en cada una de sus presentaciones. Así sucede con Matanzas y Holguín en esta serie nacional de béisbol, luego de haberse jugado ya poco más de 20 partidos.

En el caso de los llamados “Cocodrilos”, la dirección de Víctor Mesa presagiaba que iba a crecer la combatividad y entrega de los yumurinos sobre el terreno, lo cual se ha combinado no solo con más victorias parciales que en la anterior campaña (13-7 por 9-12), sino también con el apoyo de su afición en el reparado estadio Victoria de Girón.

Lázaro Herrera (353), José Miguel Fernández (449), Guillermo Heredia (400) y Ariel Sánchez (307  han llevado la voz cantante con el madero, en tanto Jorge Martínez (3-0 y 0,27 pcl) y Yohan Hernández (4-1 y 3,00) han liderado los serpentineros. Sin embargo, lo más distintivo es el juego colectivo por encima del individual, que en temporadas pasadas frenó un mejor desempeño de los matanceros.

Hasta la fecha, solo han perdido dos subseries (con Granma y Santiago de Cuba), en tanto suman cuatro triunfos parciales frente a Pinar del Río, Sancti Spíritus, Mayabeque y Artemisa, estos tres últimos por barridas. Quizás, los apartados más llamativos estén reservados para los robos de base y los ponches, en los cuales son los de menos intento (6) y los de mejor tacto (78), respectivamente.

Por su parte, la selección holguinera comenzó el 2012 como las más ganadora de la actual serie nacional (16 éxitos), aunque pocos la daban con opciones de este rendimiento antes del inicio, sobre todo por sus posiciones sotaneras en las últimas ediciones desde que en el 2002 levantaran su única dorada en estas justas.

El secreto de tal faena no estriba en ningún departamento específico, sino en el rendimiento parejo y la entrega de sus jóvenes peloteros sobre el terreno, bajo la dirección del mánager debutante Felicio García, quien ha cumplido fielmente lo que expresó en el Congresillo Técnico: “vamos a darle confianza a los muchachos y que se diviertan jugando”. Y no solo se divierten, sino que lo están haciendo excelente.

Aunque es muy temprano todavía para lanzar “campanas al vuelo”, el camino de Matanzas y Holguín pone un acento interesante a la temporada, al tiempo que resulta motivador para ambos conjuntos el empeño de arribar al primer tercio en la punta de sus respectivas zonas.  ¿Pudiera pensarse en alguna de estas provincias para la sede del Juego de las Estrellas?