Bajo el mar, la foto perfecta (+ FOTOS)

Bajo el mar, la foto perfecta (+ FOTOS)
Fecha de publicación: 
10 Julio 2014
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Imagen principal: 

 

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Claro que no existe una imagen perfecta bajo el mar sino muchas; tantas como puedan ser captadas por los fotógrafos en los espectaculares fondos que existen en el mundo.

 

Luz, fauna, color, clima, nitidez, composición, suerte… muchos factores influyen en conseguir una buena foto bajo el agua.

 

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Cuba es un país pródigo para este tipo de actividades subacuáticas. Por cuarto año consecutivo el centro internacional de buceo María La Gorda, al occidente de la Isla, ha sido preferido por profesionales cubanos y extranjeros durante el encuentro de fotografía submarina IMASUB.

 

En este sitio- enclavado en el parque nacional Guanahacabibes (Reserva de la Biosfera)- los puntos de buceo están bastante cerca de la costa, lo cual facilita el trabajo de los fotógrafos e instructores de buceo. Al decir de ellos mismos en otras partes del mundo hay que recorres largas distancias en una embarcación para ver bonitos paisajes submarinos.

 

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Realmente María la Gorda es un lugar increíble para el buceo y la fotografía submarina. Tuve la oportunidad de comprobarlo y esa experiencia es una de las mejores que he tenido. Me hubiera encantado tener una careta con una cámara incorporada, de esas que vemos en las películas, para haber registrado tantas cosas lindas, tanta vida que desconocemos. Descender al arrecife 20 metros bajo la superficie y coincidir con cientos, quizás miles, de cuberas que estaban desovando allí, justo en ese instante, fue algo increíble. Francamente me sentí como si estuviera en medio del océano.

 

Primero pensé que mis emociones eran propias de una inexperta en este mundo del buceo, pero confirmé en las charlas con los buzos profesionales que aquel espectáculo no era un hecho ordinario, a pesar de de la vida exuberante que existe en los fondos de Cabo Corrientes y el Cabo de San Antonio.

 

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A pesar de ese deslumbramiento, cada vez que salía del agua me daba cuenta de que lo que yo veía no coincidía con las fotos tomadas en esos mismos lugares por los fotógrafos concursantes. Y es que en las profundidades el ojo humano no puede ver los colores que una cámara profesional sí. De hecho, aprendí que a partir de los cinco metros el rojo se pierde. Gracias a los lentes sofisticados, el flash y el conocimiento de los buzos que sí saben los matices de cada especie, es que tenemos constancia de la belleza marina.

 

Según el jurado del evento el equipamiento tecnológico de los competidores cubanos no es el más moderno, sin embargo no se puede negar el alto nivel de profesionalidad de cada uno de ellos, que dicho sea de paso, son históricamente los más laureados.

 

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Manuel Rodríguez González, instructor de buceo en Varadero fue el mayor ganador del encuentro; se llevó a casa los premios más importantes. Con él y con sus colegas Daniel Pérez Hernández (de Girón) y Manuel Carmenate Martínez (también de Varadero) conversamos para conocer un poco más sobre el apasionante mundo de la fotografía subacuática.

 

¿Qué fue primero, el fotógrafo o la cámara?

 

¿Cuánto hay de un buen equipo para hacer una foto subacuática de calidad? Por supuesto el éxito no se mide en cifras. La mayoría de los fotógrafos cubanos poseen un equipamiento que no llega al nivel en que se mueve hoy la  fotografía subacuática a nivel mundial, pues para obtenerlo se requiere una gran inversión, asegura Carmenate.

 

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Hay lentes que ofrecen mayor nitidez y posibilidad de campo. Si no se tiene un buen macro no se logra magnificar el sujeto de la posible imagen ganadora. Aun así la competencia en 4 años de IMASUB ha demostrado que los cubanos tienen mucho conocimiento. No se trata solo de tener la cámara sino de dominarla. Hay que tener noción del hábitat en que se va a trabajar- insiste Carmenate- hay que saber cuáles son las especies más difíciles de capturar, las más extrañas, las más pequeñas… Nosotros tenemos eso a nuestro favor.

 

Hay quien tiene una cámara estupenda, pero no logra la mejor imagen porque precisa de algo más, dominar el ambiente, conocer la fauna, tener una buena flotabilidad. Un buzo con experiencia sí sabe eso.

 

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No basta con ver la especie que buscamos, hay que saber cómo llegar a ella. Un carey que reposa en el fondo puede ser muy atractivo, pero quizás huya cuando advierta nuestra presencia. Encontrar unos camaroncitos en plena faena de limpieza no es tan fácil, retratarlos, mucho menos. “A veces hay que ir suavemente en apnea a donde está el sujeto de la foto para ir logrando imágenes de acercamiento hasta obtener la que deseamos”, comentan los buzos.

 

Además de la preparación y el buen equipo técnico nunca podemos olvidar que el mar es un medio que no nos pertenece. Allá abajo se puede encontrar de todo, cualquier cosa puede pasar, así que en la fotografía subacuática el azar es un factor importante.

 

Ser parte de la familia de buzos y fotógrafos

 

Ser parte del gremio de buzos es fácil si solo bastara la calidad humana de quienes se dedican a esta actividad. Tanto en el buceo como en la fotografía subacuática hay rivalidades como en cualquier otro lugar; pero al mismo tiempo los buzos son como una familia, debajo del agua todo el mundo es amigo, parece como si se conocieran de toda la vida aunque nunca se hayan visto antes.

 

El buceo es un hobby caro en cualquier lugar del mundo, y en particular en Cuba existen regulaciones- como la prohibición a los cubanos para montar embarcaciones- que limitan mucho que este deporte sea más masivo. Vivimos en una isla, pero los mejores sitios para bucear están asociados a instalaciones turísticas a las que no tenemos acceso la mayoría de nosotros.

 

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Como consecuencia, la fotografía submarina en Cuba incluye un grupo reducido de profesionales y aficionados. Todos o casi todos los fotógrafos de este sector son instructores de buceo y trabajan en el turismo o en centros científicos. A pesar de eso se nota un crecimiento del gremio. Eventos como el IMASUB ayudan a promover este deporte que tiene mucho de arte.

 

La fotografía submarina requiere mucha práctica y dominio del buceo, reconoce Manuel Rodríguez. Mientras más tiempo se invierte buceando y haciendo fotos, mejor.

 

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Casi todo el que se acerca a este mundo llega por intereses personales, no existe una promoción desarrollada para esta actividad.

 

“No hay un mercado en Cuba para la fotografía subacuática, el que lo hace es sobre todo por pasión, porque adora el mar. No hay una revista en la que publicar nuestras imágenes. Existe Mar y Pesca, pero no sabemos si se dedica a divulgar este trabajo. Esta revista tampoco tiene una circulación regular y no hay un sitio web que las publicite, en fin. Estos eventos son buenísimos porque la familia de buzos se encuentra, pasamos tiempo juntos y compartimos esta pasión, señala Manuel.

 

La foto ideal

 

¿Cuándo se distingue que una imagen tiene posibilidades de convertirse en una buena foto? Lo primero es la nitidez para reconocer los elementos, las luces bien expuestas, el encuadre. La foto tiene que sugerir siempre algo, es bueno que el público se lleve una idea interesante.

 

Hay que observar mucho, insiste Daniel, el buceo tiene que hacerse con calma, hay que estar relajados aunque la competencia haga presión en los concursantes. Si es posible una práctica anterior, mejor, para conocer el comportamiento de los peces y otras especies.

 

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En tierra se pone automático a la cámara y sale una foto buenísima; allá abajo influye todo, el movimiento, la suspensión, la posición del sol, apunta Carmenate.

 

También están las condiciones climáticas, a veces la inclemencia del tiempo va en contra de nuestros propósitos, pero el fotógrafo buceador tiene que hacer lo mejor con lo que tiene, asegura Manuel. Lo ideal es lograr una imagen que resalte el sujeto, que lo separe de su ambiente y  lo haga protagonista de ese entorno.

 

Según Daniel se precisa de chispa, dinamismo para llevar a cabo las ideas que surgen durante la inmersión y aprovechar las oportunidades que el fondo marino ofrece.

 

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Una foto ganadora puede ser resultado de la casualidad. Daniel, quien ha sido triunfador en mundiales de foto subacuática, cuenta sobre la suerte que ha tenido bajo el mar.

 

“En 2010 participé en un evento nacional. En los primeros buceos no obtuve nada interesante. De los 90 minutos de competencia me quedaba media hora, ya iba acercándome a la salida cuando de pronto vi una anemona con unos camaroncitos, me llamo la atención y comencé a fotografiarla. Debajo del agua empecé a revisar cómo habían quedado las fotos y mientras corría las imágenes se me acercó al lente un pez trompeta, chocó con el lente. Ahí mismo le hice una foto y quedó espectacular. Pero el pez no se iba, seguía mirándose en el lente y entonces tuve la idea de componer otra imagen. Conmigo estaba mi mujer, que es mi modelo y logré una foto en la que parece que ella está besando al pez. Cogí varios premios con esa foto y quedé en tercer lugar nacional. Eso transcurrió en solo cinco minutos. Fue el azar.

 

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¿Peligros?

 

El mayor peligro para un fotógrafo es el jurado, dice jocosamente Daniel luego de haber concluido la premiación del IMASUB 2014. Para él y para los demás buzos sumergirse no entraña un miedo o una preocupación. Lo que les preocupa es que esa imagen que ellos asumieron como extraordinaria sea vista así de atractiva por el jurado de la competencia.

 

Para bucear hay que estar pendiente de varias cosas: el regulador para la respiración, la cantidad de oxígeno que queda en el tanque, cuando inflar o desinflar el chaleco… en fin. Además de eso- que ya resulta bastante complicado y solo se convierte en rutina cuando se es muy experimentado- hay que cuidar de la cámara, saber cómo usarla, dominar el ambiente, estar seguro de lo que se quiere encontrar.

 

Para dedicarse a la fotografía subacuática hay que ser un buzo avanzado, hay que sentirse parte del ambiente si se quiere lograr buenas imágenes.

 
Los fotógrafos se entusiasman con una idea bajo el agua y se entretienen mirando cualquier pececito sin darse cuenta de que se acaba el oxígeno y ya es la hora de regresar. Esto pudiera considerarse un peligro, pero me doy cuenta de que los buzos no hablan nunca de miedo. A ellos los guía la pasión.

 

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Comentarios

De veras que es precioso el fondo del mar sus maravillas alumbra nuestra vistas nada supera a las profundidades de las aguas marinas le mando miles de felicitaciones a esa o a esas personas que tomaron esas fotos tan bellas y muchas gracias por darnos a conocer esos descubrimientos tan bellos.
Muy bonito, gracias.
Es hermoso y maravilloso demostrar el trabajo artístico - en este caso las fotos tan hermosas al fondo del mar. felicidades.
REALMENTE ES HERMOSO,ESA INNUMERABLE Y VARIADA VIDA SUBMARINA QUE ESXISTE BAJO NOSOTROS.HACE 2 MESES TUVE VISITA DE UN AMIGO RUSO,QUE VINO HASTA CUBA,NUESTRA HERMOSA ISLA,SOLAMNETE PARA BUCEAR EN MARIA LA GORDA Y ES QUE NUESTRO FONDO MARINO REALMENTE NO TIENE IGUAL.
Muy elocuentes las fotos marinas, me aportan mucho.....

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