Eso que anda en Paquetes

Eso que anda en Paquetes
Fecha de publicación: 
13 Mayo 2014
138
Imagen principal: 

Es creciente la cantidad de personas que copian, seleccionan, compran… de alguna forma son parte más o menos activa de las redes de distribución, circulación y consumo estructurada alrededor de los “paquetes de la semana”.

 

El Paquete está marcando agenda pública. Es raro escuchar algún comentario sobre el capítulo más reciente de Playa Leonora, la telenovela cubana de turno, sin embargo, son demasiado comunes las alusiones a Nuestra Belleza Latina y La Voz, especie de pandemia con una versión en cada país y para todas las edades.

 

Singularizar el término es un tanto arriesgado. Aunque efectivamente hay propuestas estándares, no hay un único Paquete de la Semana. Las características de cada uno dependen del proveedor y mucho de las preferencias de quienes lo consumen, que no son solo aquellos que pagan 50 pesos cubanos cada semana por aproximadamente 500 gigabytes de información y entretenimiento.

 

La extensión y popularidad de determinadas propuestas de los paquetes semanales viene dada por el alcance de una circulación informal a modo de red que funciona bajo la lógica de una cultura de compartir. Así, el acceso al contenido del paquete no es exclusivo para quienes lo compran, ni estos pueden catalogarse como consumidores pasivos, toda vez que recomiendan y circulan en su entorno cualquier contenido de manera gratuita. Esas dinámicas de socialización moldean y complejizan un fenómeno que no se puede comprender en su totalidad desde una perspectiva meramente económica.

 

Circulación planetaria

 

La circulación y el consumo informal de contenido bajo la lógica de compartir e intercambiar, es uno de los aspectos que marca el ritmo del tráfico de información a nivel global.

 

El cambio en la forma de experimentar el audiovisual y de la creación de comunidades alrededor de los mismos, tiene una base importante en Internet (especialmente en repositorios sociales de video como YouTube y sitios de descarga gratuita de archivos) y también en todo un mercado informal de venta de CDs y DVDs.

 

Son circuitos informales pues no forman parte, al menos directamente, de los canales de distribución y consumo cultural oficiales, lo cual no impide que estas vías se entrecrucen. Por ejemplo, en el caso de la producción cinematográfica, las películas se estrenan primero en los cines y luego se comercializa la versión en DVD, no obstante, cada vez es más frecuente la filtración hacia esos canales informales, ya sea como parte de una estrategia promocional y de mercado o a causa de la “piratería”.

 

El concepto de “piratería”, de hecho, ha caído en crisis ante el redimensionamiento de las concepciones del intercambio de información y la posibilidad de construcción colectiva del conocimiento. Las leyes de derecho de autor del siglo XX necesitan adecuarse a las condiciones del siglo XXI. La seriedad y relevancia del asunto radica además en que apunta directamente a la base de las concepciones liberales: el derecho a la propiedad. De ahí lo complejo del debate en una nación como Estados Unidos, baste recordar las discusiones concernientes a la propuesta de la Ley S.O.P.A (Stop On-line PiracyAct).

 

Las comunidades ya no están inevitablemente circunscritas a un espacio geográfico. Pueden nuclearse en torno a un tipo de contenido específico, modificarlo, compartirlo, crearlo. Se subvierte la tiranía del tiempo televisivo. Cada quien elige ahora qué ver, en qué momento y cómo verlo.

 

Ahora bien, de la potencialidad democrática a la democracia hay una brecha insalvable. Se ha estandarizado una reproducción –inconsciente en algunos casos, en otros, bien consciente y a conveniencia- de la ideología basada en la competencia y el mercado que hace ahora mucho más evidente su incidencia en todos los ámbitos de la vida humana, desde la industria de lo público hasta el glamour de lo privado.

 

Compartir códigos comunes del comportamiento humano (amor, odio, éxito, amistad, trabajo, estudio…) difumina fronteras, pero como tendencia ha globalizado una cultura y no el intercambio o la confluencia de varias culturas. Es una macdonalización del planeta, en términos del intelectual cubano Ambrosio Fornet.

 

Cuba: ¿YouTube off line?

 

El fenómeno de la circulación y el consumo informal de video en Cuba remite al tiempo de los VHS, finales de la década de 1990 y más ampliamente durante los años 2000.

 

Después vino el boom de los “combos”: DVDs que agrupaban varias producciones de televisoras hispanas, especialmente Univisión y Telemundo. Desde el punto de vista conceptual, es este el antecedente más cercano a lo que son hoy los Paquetes.

 

La puesta en práctica de nuevas formas del trabajo por cuenta propia, así como la paulatina pero creciente influencia de los artefactos tecnológicos en la vida cotidiana del cubano, han propiciado el auge de la circulación y el consumo informal de video y contenido cultural en general.

 

En el país, la conectividad a Internet, a pesar de su incremento y mejoría, aún no alcanza el nivel de penetración (no solo desde el punto de vista estadístico, sino de aprehensión en la sociedad) necesario para sustentar en la web una dinámica de socialización considerable alrededor de productos audiovisuales. Los dispositivos de almacenamiento extraíble, en cambio, sí lo permiten.

 

Los Paquetes están estructurados en varias secciones: “series”, “novelas”, “películas”, “interesante”, “internet”, “YouTube”, “aplicaciones y programas informáticos”, entre otras. En algunos casos, la carpeta dedicada a internet es un compendio de noticias deportivas y en “YouTube” se muestran los videos más populares de la semana.

 

Casi todas las versiones del Paquete ofrecen videos musicales extranjeros y nacionales. En el caso de estos últimos, puede incluso robarle a Lucas la primicia y circular clips que no hayan pasado en el programa televisivo, asimismo, incluyen adelantos de las producciones de los artistas. Posicionarse en el Paquete, y en el caso específico de los músicos, en el hit parade de la modalidad de taxis conocida como almendrones (ambos, circuitos informales por excelencia) es casi tan prioritario, a estas alturas, como posicionarse en la televisión y la radio.

 

Se trata también de una oportunidad para la producción independiente. La voluntad de acompañarla y aprovechar sus potencialidades como sector creativo quedó expresada en el reciente Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

 

¿Por qué es el Paquete de la semana tan popular, al punto de que no parezca exagerado compararlo con un nuevo canal de televisión? Varias son las razones y abarcan desde las opciones de la interactividad hasta la calidad de una propuesta televisiva que, distribuida en cinco canales de alcance nacional, no acaba de cumplir con las expectativas del público.

 

Estamos en un momento en el que, aunque no lo transmitan en vivo por la televisión, es notable la cantidad de cubanos que siguen los juegos de la Champion League y otros eventos similares, ya sea porque pueden pagar la entrada a hoteles y otros lugares donde sí tienen la señal en directo de los partidos, o porque lo escuchan por la radio, o simplemente esperan a la retransmisión de TeleRebelde.

 

En Cuba, el número de personas al tanto de un partido entre el Barcelona Futbol Club y el Real Madrid, por ejemplo, es similar a la cantidad de fanáticos que mueven los Play Off de la Serie Nacional de Béisbol. Los calendarios de las diferentes ligas de futbol europeo vienen también en los Paquetes semanales.

 

La reconfiguración de la identidad que se experimenta hoy es innegable. En todo este proceso, la educación juega un papel clave. Fortalecer la crítica de las producciones culturales fue asunto reiterado en los congresos de la UNEAC y de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Es imprescindible dar elementos a las personas para que puedan valorar por sí solas las propuestas que consumen. El conocimiento y la educación en el buen gusto son mucho más eficientes que la marginalización o las pretensiones de inexistencia.

 

¿ZunZuneo empaquetado?

 

Dicen que en política se vale todo. Yo le agregaría a la frase el imprescindible “casi”: se vale todo excepto la inocencia. En momentos de actualización de su modelo económico Cuba está bajo una lupa gigantesca. Es como si quisieran madurar la fruta con instrucciones en 140 caracteres.

 

La detención de Alan Gross por tratar de introducir dispositivos para facilitar la conexión clandestina a Internet y, por supuesto, el escándalo de ZunZuneo comprueban que la apertura del país a las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como la apropiación y los usos sociales de las mismas por parte de los cubanos, son circunstancias que intentan aprovechar quienes se ganan la vida pensando estrategias para derrotar al gobierno en Cuba.

 

La propuesta de los Paquetes, aparentemente apolítica y desideologizada resulta ser todo lo contrario. Los doramas surcoreanos, las series cómicas españolas, los realities, las bellezas latinas que intentan demostrar la posibilidad de participación de las cubanas… todos reproducen, en sutil estocada, una hegemonía dentro de la cual Cuba es contracultura.

 

Lo peor no es consumirlo, ni seguirle la trama a asiáticos pretendidos occidentales. Lo peor es hacerlo en la butaca de la inocencia y nunca cuestionarse quién empaqueta los paquetes.

Comentarios

Lo más importante no es el paquete, debemos revisar por qué los televidentes prefieren el paquete. Es necesario asumir que la televisión cubana no es, en este minuto, un entretenimiento que esté al alcance de todos los gustos. En ocasiones nos justificamos con el poco recurso, pero la verdad que no existe creatividad. En nuestra TV no existe buenas series de tantas que circulan en antena (españolas, colombianas, mexicanas)hay carencia de programas de participación en los cuales no hay que remunerar con dinero, basta con pequeños obsequios que estimulen el esfuerzo.<br />Los programas competitivos como La VOZ, Bailando por un sueño, etc son oportunidades que tiene la población de ir allí y al menos ser famoso. Hay que dejarse de comparaciones y empezar a crear para que nuestra TV alcance la simpatía de sus televidentes.
Rosin, es verdad que nuestra television debe mejorar, sin embargo las propuestas educativas y las del canal 33 son buenas. He visto muchisimos documentales en la tV cubana que se ve que hay una seleccion de temas culturales, de temas sociales y de la realidad de muchos paises, del consumo por solo poner algunos ejemplos. El otro dia vi uno sobre la cantidad de dinero que se gastan las chicas negras en estados unidos, como minimo mil pesos al mes, para ponerse extensiones de pelos lacios que compran en la india que se los cortan a estas mujeres para venderselos a las peluquerias en Estados Unidos. Entrevistaron a varias famosas, algunas se gastan 3 500 dolares en esto, y por supuesto la copian las mujeres negras trabajadoras pobres porque ninguna quiere lucir su pelos naturales. Les imponen el gusto a traves de filmes tontos, seriales tontas, novelas tontas con el simple proposito de que se gasten el dinero. Todo lo convierten en una mercancia. <br />Nunca vas a ver en estos paises un programa como lo de Cuba, con teleclases, dedicado a la cultura o las carreras que tus hijos pueden estudiar o un programa como el de Rolando Perez Betancourt que no exhibe filmes estupidos sino con un tema historico, social, psicologico en el que advierte al televidente sobre mensajes que quizas no vean. Que proyecta los filmes de calidad de cualquier pais y no solo norteamericanos, que te puedes entretener, pero también aprender porque el conocimiento no está divorciado del entretenimiento, de lo cultural.<br />No se, pero yo por lo menos no veo una novela mexicana ni colombiana ni aunque me paguen 2 millones, es puro llanto, peinado, ropas y mujeres falsas y super malas actuaciones. Tampoco veo un caso cerrado de esos ni aunque me paguen poque son chusmeria y brete, en los que nunca están involucrados los ricos siempre los pobres. Y en el caso de la voz latina y otros espectaculos , todo eso es un gran negocio (luces, vestimenta, famosos y llanto por gusto).
Por favor Cinthya Cabrera Tejera, por qué comenzar a lanzar dardos venenosos al dichoso Paquete? En el encuentras también artículos interesantes: tecnológicos, médicos, etc. Creo que el Paquete es la mejor alternativa al no tener Internet o Internet a 4.50 CUC. Tal parece que los cubanos, según criterio de la autora, debemos permanecer de espaldas al mundo porque todo lo que viene de afuera nos hace daño o esta diseñado para hacernos daño, por favor.
La TV cubana está muy distante de alcanzar la calidad que exige nuestro pueblo y si tantas personas prefieren copiar novelas, series y otro tipo de programas para su entretenimiento pienso que no están equivocados.<br />Creo es un derecho ver y disfrutar con lo que prefiero y no me impongan cánones hasta para nuestro entretenimiento.<br />Tenemos muchos otros problemas que si están en nuestras manos resolver para perder el tiempo preocupándonos por cosas tan efímeras como el dichoso paquete.
Radames no pienso que lo que viene de otro lugar haga daño, tampoco es lo que dice la periodista aquí. sino que hay que saber escoger, y te digo que las mejores propuestas no son las que vienen en los paqueticos.<br />Me alegra que en este sitio hayan tratado el tema de esta manera porque en otros lugares no han analizado todas las causas y las consecuencias solo se han limitado a decir que la TV cubana es mala y no porqué nos llegan tan amablemente y escogidos y a un precio muy aceptable la selección. <br />Que bueno que la prensa está haciendo su papel, exponer la realidad, los problemas pero desde la raíz y tratar de educar al público y advertirle que pude consumir lo que desee, pero sin inocencia, sin ingenuidad. No hay más politica e ideología contraria a la nuestra que la que viene enpaquetada y trata de pasar como simple entretenimiento.<br />Para los que envían y preparan el paquetico, les digo que Cuidado!!!, nosotros podemos ver y consumir culaquier cosa, pero a diferencia de otros paises en Cuba la gente está alfabetizada, estudiada y hasta el mas pinto de la paloma ostenta un titulo universitario. No somos tontos, aunque a veces nos hagamos los tontos.

Páginas

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.