Todos Estrellas 53: ¿Están todos los que son?

Todos Estrellas 53: ¿Están todos los que son?
Fecha de publicación: 
21 Abril 2014
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Más de uno se sorprendió el pasado martes con la designación del equipo Todos Estrellas de la 53 Serie Nacional de Béisbol, ya que lo más lógico hubiese sido que concluyera la serie para que la nómina se diera a conocer, pero la dirección nacional de este deporte, lamentablemente, ya nos tiene acostumbrados a acciones con poco sentido, desorden, irregularidades y demás deficiencias ocurridas en los últimos tiempos.

La polémica desatada es enorme debido a que no son pocos los que consideran que se omitieron varios nombres que debieron estar en esta lista de los mejores atletas de la campaña, ya sea bate en mano o cubriendo en el terreno.
No todos los peloteros en la nómina de los mejores son cuestionables, pero si hubo algunos que se quedaron fuera y bien pudieron estar dentro del Todos Estrellas, en cambio otros no dejaron margen a dudas por su excelente desempeño.

Comencemos con la primera posición en la lista: la receptoría; el máscara villaclareño Yulexis La Rosa tuvo un excelente desempeño ofensivo a lo largo de la serie, con 315 de average (AVE), 18 extrabases (13 dobles, 2 triples y 3 jonrones), 32 carreras impulsadas, 445 de slugger (SLU) y average de embasado (OBP) de 376, pero el pinareño Lorenzo Quintana no fue menos.

Quintana conectó 25 extrabases (15 dobles, 3 triple y 7 jonrones), con 47 carreras impulsadas y 450 de slugger, con promedio 301 de average y mantuvo un OBP de 400, entre otros resultados destacados (ver tabla al final), suficientes para ser considerado el mejor receptor ofensivo.

saavedra

William Saavedra fue escogido el mejor en la inicial a pesar de batear para 258 AVE, promediar 302 de OBP y 399 de SLU, aunque conectó 26 extrabases con 47 empujadas, pero no supera los números de Yordanis Samón, granmense que lo hizo de maravillas una vez más como refuerzo, ahora con Holguín, bateando 317 AVE con 101 hits, 393 de OBP y 426 de SLU, además de 23 extrabases con 50 impulsadas, sin dudas el mejor primera base ofensivo.

Otra de las decisiones un poco cuestionable por algunos fue la inclusión de Yulieski Gourriel en vez de Michel Enríquez, cuando el nuevo industrialista tuvo números más que suficiente para alzarse con la condición de mejor tercera base ofensivo.

En los departamentos importantes que supera Michel a Yulieski es en average ofensivo y en average de embasado, 367 (líder) y 458 por el pinero y 313 y 425 por el espirituano, respectivamente, mientras que en slugging, impulsadas, extrabases, entre otros departamentos, el hijo de Gourriel supera con creces no solo al pinero, sino que lidera estos departamentos, con 566 SLU, 69 empujadas y 40 extrabases por 520 SLU, 44 impulsadas y 24 extrabases del pinero, números que convencen.

En el apartado de bateador designado fue seleccionado Frederich Cepeda, cuando fueron varios los peloteros que asumieron esa labor con mejor rendimiento y por más tiempo que el espirituano a lo largo de toda la contienda.
Cepeda en 122 turnos oficiales como designado bateó para 311 de AVE, con 13 dobles y 7 jonrones, un alto promedio de 590 de SLU y 21 impulsadas, buenos números, pero no de los mejores designados del campeonato, como si lo fue el matancero Ariel Sánchez quien bateó para 345 de AVE con 8 dobles, 1 triple y 6 vuelacercas, con 27 impulsadas y promedio de SLU de 512, todo en 168 veces al bate como designado.

El pinareño Yosvani Peraza tampoco lo hizo mal con 279 turnos oficiales como designado en los que bateó para 294 de AVE, pero impulsó 50 carreras con 419 de SLU, conectando 11 dobles y 8 jonrones y por último tenemos al industrialista Lisbán Correa, quien en 237 veces al bate compiló 333 de AVE con 23 dobles y 7 cuadrangulares, 519 de SLU y 37 empujadas, con lo cual pudo bien ser escogido el mejor del año, al igual que Ariel y Peraza.

Esto es lo que respecta en la parte ofensiva, que como se puede apreciar, no están incluidos todos los que tuvieron mejor rendimiento, veremos si en la defensa se cometieron las mismas inexactitudes. 

En el acápite defensivo los errores también sucedieron en la designación de algunos de los atletas del equipo Todos Estrellas de la 53 Serie Nacional de Béisbol, al colocar hombres que, a pesar de tener un buen rendimiento, no estaban a la altura de otros con mejor desempeño a lo largo de la contienda.

El caso más evidente es en la primera base, con Ramón Lunar como mejor inicialista defensivo, jugando incluso menos juego que otros atletas con mejores números que el villaclareño, quien en 64 juegos promedió 994 de average defensivo (AVE), merced de 1 error en solo 167 lances y 20 doble play realizados, números buenos, pero no mejores que los de otros inicialistas.

Yasiel Santoya

El matancero Yasiel Santoya en 80 partidos en 548 lances solo tuvo 2 pifias y realizó 58 doble play para un average defensivo de 996, mucho mejor que el de Lunar, al igual que el artemiseño Roberto Zulueta, quizás no tan popular como los otros, pero con números excelentes con 995 de AVE producto de 4 errores en 749 lances y 81 jugadas de doble matanza, sin duda el de mejor rendimiento en esta serie.

También en la segunda almohadilla no fue del todo justo la elección de Andy Sarduy como mejor en esa posición, por delante de Rudy Reyes; el villaclareño en 81 partidos efectuados tuvo un average defensivo de 978, debido a 11 pifias en 493 lances, con 88 doble play, mientras que el capitalino fildeó para 985 de AVE, con 7 errores en 463 lances y 83 jugadas de doble play, números más que suficientes para ser el mejor segunda del campeonato.

En tercera resultó ganador Yulieski Gourriel, quien en 81 desafíos presentó average defensivo de 961, con 11 marfiladas en 279 lances y 36 doble play realizados, pero también brilló en la esquina caliente el santiaguero Luis Yander La O con excelente promedio defensivo de 977 y 5 errores con 18 doble play, aunque con menor cantidad de juegos y de total de lances (71 y 220), pero que no es determinante.

Otra de los seleccionados en duda es el avileño Raúl González como mejor utility, ya que apenas jugó en la presente temporada, solo 38 juegos, aunque con buenos números al bate (339 AVE, 415 OBP, 478 SLU Y 20 impulsadas) y a la defensa (994 AVE, 1 error en 156 lances y 23 doble play), jugando en segunda base, el campo corto y la tercera almohadilla.

Pero al parecer nadie se acordó del mayabequense Michael González, de refuerzo con Santiago de Cuba, un bateador de no mucha fuerza, pero muy útil quien en 75 juegos bateó 285 AVE, 360 OBP, 345 SLU e impulsó 15 compañeros, no muy elevadas cifras aunque en la defensa promedió 986 de average con 6 errores en 418 lances con 75 doble play, jugando las mismas posiciones que Raúl González y casi el doble de juegos que el avileño, cosa que al parecer no fue tomada muy en cuenta.

Yoanni Yera

Por último está el dilema del mejor lanzador zurdo entre el matancero Yoanni Yera y el pinareño Julio Alfredo Martínez, resultando ganador el primero por su labor en 21 juegos lanzados, de los cuales ganó 10, perdió 3 y salvó 1, trabajando para 2.45 limpias en 121.1 de innings de trabajo, en los cuales le batearon para 218, ponchando a 89 y regalando 36 boletos, mejor que Julio Alfredo, quien solamente lo supera en promedio de limpias con 1.71 y en menor average rival con 204.

Lo cierto es que se volvieron a cometer fallos relacionados al mayor espectáculo deportivo del país, la Serie Nacional de Béisbol, y los que sufren no son solo los atletas, sino también el pueblo que ve una vez más como se cometen estos errores; esperemos que no nos acostumbremos a ellos y esperar a que en la serie próxima se haga mejor justicia.

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Comentarios

Victor Mesa es un prepotente, arrogante, insultante, malcriado,insolente,falta de respeto, de consideración con sus subordinados.Ahora tiene que conformarse con el segundo lugar porque el Campeón es Pinar del Río.VIVA PINAR DEL RIO
Interesante articulo ....léanlo y luego me dicen…………..<br /><br />¿Por qué no ganan los equipos de Víctor Mesa?<br /><br />http://www.periodico26.cu/index.php/deporte/18952-por-que-no-ganan-los-equipos-de-victor-mesa<br /><br />Por Dubler R Vazquez Colome.<br /><br />La noche más importante del año, en la que se jugaba el todo por el todo y se definía la suerte de su obsesión por un título de Cuba, Víctor Mesa se vio obligado a depender de un abridor al que apenas unos días antes había llamado presunto “cobarde” y de dos relevistas orientales que en su opinión se “presionan” por proceder de “equipos perdedores”.<br /><br />Luego, cuando todo pasó y el jonrón con bases llenas de Luis Alberto Valdés cerró el círculo que había abierto Ariel Pestano hace poco menos de un año con un batazo similar; mientras toda la alegría de Vuelta Abajo se retiraba rumbo al extremo occidental de la Isla y el bullicio del Palacio de los Cocodrilos iniciaba un silencio de meses, Víctor se habrá quedado solo con su dolor, intentando entender por qué el destino le tiende una trampa tras otra, alejándolo del único premio que le ha sido esquivo en más de cuatro décadas dedicadas casi por completo al deporte de las bolas y los strikes.<br /><br />Porque el pelotero más dado al espectáculo que ha pasado por las Series Nacionales es definitivamente un gran hombre de béisbol, un entrenador consumado que tiene el raro talento de convertir a sus equipos en máquinas de ganar juegos, que rescató del olvido y la inanición a la tierra donde nació la pelota cubana y transformó a un conjunto sotanero en el mejor del país. Sin embargo, no puede evitar mostrarse una y otra vez impotente cuando se enfrenta al último tramo, incapaz de dar un paso definitivo y levantar por fin el trofeo que nunca ha tocado desde que asumió la responsabilidad de dirigir.<br /><br />A estas alturas, después de probar suerte con dos equipos distintos y seguir con las manos vacías, el también mentor de la Selección Nacional debe entender que no se gana un título presionando hasta lo irracional a sus jugadores, que no es buena idea llamarles cobardes o perdedores si luego pretendes exigirles que entreguen más de lo que tienen; que no está bien señalarlos delante del público, como sucede a menudo con sus receptores, al parecer culpables de los batazos que reciben los pitchers después de lanzar lo que les indican desde el banco.<br /><br />Para tocar la gloria, no basta con resolver algunas de las muchas carencias materiales que sufren los atletas, finalmente seres humanos que necesitan otra clase de inspiración para rendir al máximo. Obviamente, tampoco ayuda en demasía el hecho de haber mutado de un pelotero objeto de culto al mánager menos querido de Cuba; o sostener una guerra sin cuartel en frentes tan diversos como el periodístico, el arbitral e, incluso, con peloteros de otras provincias.<br /><br />Hace solo unos días, después de una victoria de su equipo y tras no aparecer en la derrota, Víctor Mesa se mostró feliz ante una prensa complaciente que tuvo a bien no incordiarle con preguntas molestas. En la misma comparecencia ante la televisión nacional, el mentor matancero fustigó por irreverentes a los estudiantes de periodismo, sin conocer que algunos de ellos pueden ser considerados ya entre los mejores cronistas del país, olvidando que algunos de sus jugadores más jóvenes e inexpertos le han sacado más de una vez las castañas del fuego. Antes, su cruzada había tenido escaramuzas con profesionales de la talla del espirituano Oscar Castañeda o el holguinero Enrique Ajo, el primero culpable de hacer preguntas menos cómodas; el segundo, simplemente de vivir y trabajar en la provincia que fue testigo de su primer gran fracaso como director.<br /><br />En su abultado prontuario, coexisten insólitas expulsiones en medio de la discusión de las reglas del juego, salivazos a los pies de árbitros, disfraces de cocodrilo para dirigir desde el terreno tras una expulsión y arranques de furia luego de una derrota que le han llevado, incluso, a dejar esperando a autoridades políticas de renombre.<br /><br />Todo eso, y más, es hoy Víctor Mesa, el mismo que se hace llamar “profesor” y no acepta otro apelativo, el hombre que vive y sueña con el béisbol, enfermo de muerte por la absurda obsesión de querer controlar cada detalle en el juego más complejo que existe. En su afán, no solo ha arrastrado peloteros, aficiones y directivos de todos los niveles, sino que tras él y su errática e instintiva manera de entender el béisbol anda ahora todo un país: concluida la 53 Serie queda abierta una temporada internacional en la que a los cubanos nos gustaría no tener que cuestionarnos nuevamente por qué le hemos hipotecado, por cuatro largos años, el presente de nuestro deporte nacional.
para la diva comentario#23<br />SOY TÁN imbécil que no sé lo que quiere decir la palabra...mas inbencil....NO INVOQUES A DIOS PARA HACER DAÑO...
para MARILYS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ.comentario#24....La que escribe es MATANCERA, MUJER, MADRE y EDUCADORA,...por favor PROFE.. revise su ortografía... para muestra un botón....Mis COCODRILOS no se desanimen y a prepararse para dar GUERRA en la 54 SERIE. El pueblo matancero LOS AMA y LES AGRADESE SU ENTREGA......
tal vez todos tenga razón en lo que dicen, tal vez no...solo que el mentor Urquiola a demostrado una vez mas que aunque el albitraje y los narradores se opcieron, el logro callarles la boca con sus comentarios tan profesionales...Pinar Campeon

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