Un elefante blanco centra celebración en Laos

Un único y raro elefante blanco es hoy el centro de una semana de celebración budista en la ciudad laosiana de Luang Prabang, hacia donde convergen visitantes, confirmando la prioridad que otorga el país al turismo cultural.

El paquidermo, de alrededor de 30 años, fue encontrado en el sur de Laos en 1985 y hasta ahora no se conoce la existencia de otro de este tipo, por lo que se le prodigan especiales atenciones, amén de las que ya reciben el resto de los de su especie, que tiene aquí un valor casi sagrado.

Por tratarse de un ejemplar singular, abrió el colorido desfile callejero con que se marcó el traslado de la imagen del Buda Prabang de un antiguo palacio a un nuevo sitial de veneración.

Encabezando una escogida manada, siguió el recorrido de estudiantes ataviados con multicolores ropas típicas que interpretaban música a los que se unieron cientos de pobladores, desde el estadio deportivo hasta el centro de la ciudad.

Una vez allí el gobernador Khampheng Saysompheng dio la bienvenida a los huéspedes, y monjes budistas ofrecieron alimentos a los elefantes, obedeciendo a la arraigada creencia de que proporcionará buena suerte.

A la ceremonia asistieron también los viceprimeros ministros Somsavat Lengsavad y Asang Laoly, para ratificar la importancia que le concede el Estado a un acto semejante que refleja el predominio del budismo en la inmensa mayoría de la población laosiana.