Popularidad de Obama cae a su nivel histórico más bajo

La encuesta aplicada por la cadena NBC News y el diario Wall Street Journal reveló que por primera vez desde que Obama emergió como candidato político nacional, más estadounidenses lo perciben de forma negativa, en lugar de positivamente, luego que solamente el 42 por ciento de los estadounidenses aprobará su desempeño.

En total, más de 51 por ciento de los ciudadanos norteamericanos desaprueba su trabajo como jefe de la Casa Blanca. Asimismo, en el ámbito personal, el 45 por ciento tiene una visión negativa de él, mientras sólo 41 por ciento de la gente lo ve de una manera favorable.

"En lo personal como político , la evaluación de la opinión pública es de dos pulgares hacia abajo", explicó el encuestador demócrata Peter D. Hart, quien llevó a cabo la encuesta junto a su colega republicano Bill McInturff.

La caída de su popularidad se atribuye a varios contratiempos que ha enfrentado Obama durante los últimos meses, entre ellos las acusaciones de espionaje contra la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés), el debate sobre la acción militar en Siria , el cierre temporal del Gobierno Federal y los problemas con el plan de seguros médicos incluido en la ley de salud.

"Los estadounidenses también están expresando su frustración ante un Congreso que no se puede poner de acuerdo con el Gobierno en temas económicos, y una administración que no puede brindar completa atención médica para quienes lo demandan", comentó Hart.

La mayoría de los estadounidenses también indicaron que no se sentían identificados, ni con republicanos ni con demócratas, mientras que el 30 por ciento afirmó que preferiría a un candidato independiente para el Congreso.

En tanto, el optimismo sobre la Administración Federal se ubica en sólo 30 por ciento, el más bajo en 40 años. Asimismo, apenas el 29 por ciento de los consultados dijo que su representante en el Congreso merece la reelección (un nuevo mínimo) y casi tres cuartas partes dijeron que el Congreso estaba contribuyendo a los problemas en Washington, en lugar de resolverlos.

En total, la encuesta se aplicó a 800 norteamericanos y permitió capturar una desaprobación pública extraordinariamente profunda y generalizada de los dos principales partidos políticos del país, sus dirigentes y el estado de la política en Washington.