Baloncesto cubano retorna a la escena

Joel García

Luego de un año de receso obligado por limitaciones económicas, la Liga Superior de Baloncesto regresó hace dos semanas al contexto deportivo nacional con ocho conjuntos y un largo calendario que debe concluir en marzo con la definición del campeón.

Capitalinos, vigente monarca y otra vez conducido por Miguel Calderón, sale nuevamente como favorito, a pesar de la amplia renovación que hizo en sus filas (43 %). Ciego de Ávila y Camagüey apuntan como aspirantes de fuerza a disputarle el cetro sin descartar a Villa Clara y Matanzas.

Tras los 28 juegos de la etapa clasificatoria, los cuatro mejores elencos avanzarán a las semifinales, previstas al mejor en cinco partidos. De ahí saldrán los dos finalistas, que celebrarán la serie decisiva en siete encuentros, tal y como se hizo en la versión 2009-2010.

El retorno de la Liga Superior de Baloncesto debe verse no solo como un espectáculo más en el calendario deportivo anual, pues la necesidad de estas canastas va más allá de ese objetivo puntual, incluso sin haber celebrado antes el Torneo de Ascenso con la participación de todas las provincias.

Para nadie es un secreto que este deporte acaparó sus mejores momentos en la década del setenta y noventa del siglo pasado, con bronce olímpico para los hombres en Munich 1972, un cuarto lugar mundial en 1974 y el título del Centrobasket en 1999, por solo mencionar algunos de los premios más encumbrados.

Sin embargo, desde inicios de este siglo XXI, el rendimiento internacional ha ido decayendo por múltiples causas, a pesar del conocimiento y la preparación de nuestros técnicos, quienes han demostrado que sí pueden devolvernos, al menos a planos estelares a nivel centroamericano y del Caribe.

Y en eso la justa varonil de casa resulta fundamental, aunque a ello habrá que sumar luego una lógica inserción foránea con topes y torneos en países del área con igual o mayor desarrollo que Cuba en esta disciplina.

Por el momento, la Liga Superior de Baloncesto anda pidiendo presencia de público en las instalaciones y más divulgación. Paso a paso, canasta a canasta, podemos ganar el juego en este feliz retorno a la escena.