Amenazados por la muerte presos en cárcel estadounidense

Amenazados por la muerte presos en cárcel estadounidense
Fecha de publicación: 
30 Marzo 2013
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Varias decenas de presos en la base estadounidense de Guantánamo, enclavada en un territorio arbitrariamente ocupado a Cuba hace más de 100 años, se encuentran hoy amenazados por la muerte.

Así lo consideran abogados al referirse a una larga huelga de hambre que mantienen sus defendidos en protesta por las duras condiciones disciplinarias en las que viven en los barracones del enclave naval.

De los detenidos allí, 166 según cifras oficiales, muchos saben que la única manera de salir es muriendo, dijo el abogado Carlos Warner, quien representa a 11 reclusos a los que se niegan sus derechos humanos.

Lo peor de esto es que no se plantean poner fin a la huelga de hambre que iniciaron el 6 de febrero y que hoy secundan 31 personas, subrayó el letrado.

Asimismo apuntó que no sabe exactamente cuántos de sus representados participan en la protesta, porque el acceso a ellos es muy limitado, pero, aseguró, que la mayoría de ellos están siguiendo la huelga y están dispuestos a "aceptar la muerte".

Warner precisó que pudo ver a uno de ellos cerca de la muerte. "Ha perdido unos 13 kilos en un mes y sus condiciones de salud son realmente malas", en referencia a Fayez al-Kandari, uno de los detenidos a los que representa.

Lamentó la falta de información y comunicación existente con las autoridades tras la renuncia en enero del enviado del Departamento de Estado para el cierre de la prisión, Daniel Fried.

Si alguien estuviera en su lugar, esta huelga no estaría ocurriendo, porque tendríamos alguien con quien comunicarnos, puntualizó el jurista, quien estimó que la Casa Blanca no tiene como prioridad el cierre de la prisión pese a la promesa del presidente Barack Obama en 2008 de acabar con esa instalación.

El abogado destacó que una propuesta realizada a las fuerzas militares que custodian a los reclusos para una solución a la huelga no ha sido respondida por las autoridades, lo que incrementa los temores de que algunos mueran.

Según el joven turco-alemán, Murat Kurnaz, un exprisionero en la base estadounidense, "allí no se cumplen los derechos humanos. Podían hacer con nosotros lo que quisieran".

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