Recuerda Cuba visita de Benedicto XVI (+ VIDEO)

Cuando Juan Pablo II visitó Cuba 14 años atrás, el gobierno declaró como festivo la víspera de la Navidad. Nuevamente otra visita papal causa el mismo efecto. Es por ello que ahora los 29 de marzo serán para homenajear la impronta de «un reino que no es de este mundo».

Instantáneas de banderas vaticanas, aires de la cuaresma, peregrinaciones e insignias catequísticas… simbolizan fichas de puzle para reavivar la amistad de los cubanos hacia la máxima jerarquía de la Santa Iglesia Católica.

Por estas fechas aconteció la visita apostólica de Benedicto XVI hacia América Latina, quien después de su viaje por México arribó al archipiélago cubano en piedad de los cuatrocientos años de la Virgen de la Caridad.

Tras situar sus pies en la escalerilla del avión Alitalia fue recibido con gestos de solidaridad por parte del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz.

«Nuestro pueblo lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia», exclamó el dirigente.

Durante su primer discurso en el podio de la pista, el Sumo Pontífice, expresó «Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vida».

«Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren…», agregó.

El Papa, quien ya renunció al anillo del pescador,  realizó dos Santas Misas, una en la santiaguera Plaza de la Revolución Antonio Maceo y otra en la José Martí de La Habana. También curioseó su mirada sobre el Santuario de la Patrona de Cuba, a quien le obsequió una Rosa de Oro.

«Benedicto, amigo… »Era el grito de feligreses y no creyentes enardecidos por la representación del papamóvil. Cientos de jóvenes acudieron desde las primeras horas de la mañana para ser cómplices de la segunda visita del más alto cargo del Vaticano.

Para el religioso Ernesto Martínez ver al Papa es algo sagrado, «sus palabras aventuran paz y fuerza para nuestra comunidad».

La ceremonia en la capital emprendió sobre las nueve de la mañana. El Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, agradeció en nombre de los católicos y todo el pueblo de Cuba, que Benedicto XVI haya incluido a la Isla en este viaje a América.

Más tarde, el Santo Padre acompañado de la Virgen Mambisa afirmó que en Cuba se han dado paso para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe.

«Es preciso seguir adelante, y legitimó que los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad (…) Cuba y el mundo necesitan cambios, pero estos se darán solo si cada uno está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad», pronunció.

Posteriormente sostuvo un encuentro con el líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz donde intercambiaron pensamientos acerca de polémicos temas.

En conferencia de prensa en La Habana, el vocero del Vaticano Federico Lombardi, certificó que el encuentro entre Fidel Castro y el Papa Benedicto XVI fue “muy cordial” y resaltó el buen ánimo y la jocosidad de ambos.

Finalmente, fue despedido bajo techo en el Aeropuerto Internacional José Martí,  producto del aguacero de ese día. El Papa manifestó que nadie debía ser limitado por carencias económicas impuestas desde el exterior, en indirecta al embargo estadounidense, nación al que no se refirió particularmente.

« (...)Concluyo aquí mi peregrinación, pero continuaré rezando fervientemente para que ustedes sigan adelante y Cuba sea la casa de todos y para todos los cubanos, donde convivan la justicia y la libertad, en un clima de serena fraternidad… (...) ¡Hasta siempre, Cuba, tierra embellecida por la presencia materna de María! Que Dios bendiga tus destinos. Muchas gracias».

El Pastor Universal concientizó la idea de que la dignidad humana no sólo se sustentaba sobre bases materiales, «sino también sobre valores espirituales, como la generosidad, la solidaridad, el sentimiento de justicia, el altruismo, el respeto mutuo, la honradez y el apego a la verdad».

Actualmente la pregunta de muchos conduce a la expectación de si el nuevo Vicario de Cristo, el argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, vendrá a Cuba luego de participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a celebrarse del 23 al 28 de julio en Río de Janeiro.

Lo cierto es que el Papa Francisco se ve muy sonriente y feliz, no ha dudado en besar a niños pequeños que le han acercado sus padres, e incluso rompió el cumplido de permanecer estático en el asiento de su jeep blanco para saludar a un discapacitado que concurrió a la plaza en los brazos de un familiar.

La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff comenta a la prensa que es un Papa muy modesto… «Él no puede ser orgulloso ni pretencioso, debe luchar para hacer las cosas de forma correcta y siempre recordar que tiene un peso sobre sus espaldas», agregó la presidenta del país con mayor número de católicos en el mundo.

Una llamada telefónica del 19 de marzo, poco después de las 5:00 p.m. (hora de Roma), el Papa Francisco conversó con el Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI (anterior pontífice) ofreciéndole sus más sinceros auspicios con motivo de la fiesta onomástica de San José y para manifestarle nuevamente su personal gratitud por su servicio.

Comienzan otros tiempos…la Iglesia Católica sumida en diversos escándalos de corrupción… le plantea al papado latinoamericano grandes retos. Su comportamiento futuro es aún una incógnita…

Por lo pronto, el pueblo de la República de Cuba siempre se sentirá honrado de tener en sus calles “las buenas nuevas” del papamóvil.