Venezuela: El complot viene del norte

Venezuela: El complot viene del norte
Fecha de publicación: 
7 Marzo 2013
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Consciente de que resultará muy difícil cumplir la misión encomendada por Washington de asesinar a la Revolución bolivariana, la extrema derecha venezolana sin la más mínima ética echa mano a cualquier recurso para dificultarle su camino.

Horas después de informada la muerte de Hugo Chávez, El Nuevo Herald, órgano oficioso de esa tendencia, dedicó un generoso espacio a pronunciamientos de grupos de origen venezolano cobijados en Miami.

Bajo el titulo, “Venezolanos salen a celebrar a las calles de Miami”, el diario dijo que exigieron respeto al orden constitucional en esa nación y elecciones libres.

Una vez más les acompañó el alcalde de Doral, ciudad del condado Miami-Dade, quien se aventuró en afirmar que la muerte de Chávez puede significar el inicio de un cambio en Venezuela.

Por horas jóvenes movilizados para la zona gritaron a propietarios  de vehículos con la intención de que tocaran sus bocinas y llamaran la atención, mientras, según el Herald, exiliados gritaban “que se queme en el infierno”.

venezolanos festejan
Venezolanos celebran la muerte de Chávez en Miami

Más tarde, apuntó una nota periodística, se trasladaron al restaurante Arepazo 2, en la misma localidad, y destaparon y brindaron con botellas de champan, mientras en Caracas tenían lugar las honras fúnebres y un inmenso homenaje al líder latinoamericano.

Casi al mismo tiempo, el ex presidente de Estados Unidos James Carter fijó su criterio sobre Chávez a través de un comunicado emitido por la fundación que preside.

“El presidente Hugo Chávez –dice el texto- será recordado por su audaz defensa de la autonomía e independencia de los gobiernos latinoamericanos y por su formidable capacidad de comunicación y conexión  personal con sus partidarios, tanto en su país como en el extranjero”.

Carter además expresó sus condolencias a los familiares del líder bolivariano y resaltó los beneficios logrados por él en materia social que han permitido “reducir la pobreza y alcanzar mayor participación del pueblo en la vida política y económica” de Venezuela.

Un periodista de Miami, Juan O.Tamayo,  no ajeno a la actuación de los citados grupos de origen venezolano, recibió la misión de emprenderla contra Cuba.

Su tesis, que la muerte de Hugo Chávez incrementa los temores de que la isla “se hundirá en otro abismo económico” que se convertirá en un caos porque La Habana “no tiene otra fuente de financiamiento”.

Rápidamente desmintió su propia versión al estimar que las buenas relaciones de Cuba con la República Popular China y Brasil podrían disminuir los efectos de ese otro supuesto escenario.

Después echó mano a llamados expertos en Miami, la Universidad de Pittsburg, el estado de Texas e incluso en instituciones de Londres, para vaticinar que vendrán días espinosos para Cuba.

Sin embargo se enredó cuando dijo que esto podría terminar siendo beneficioso a largo plazo para los cubanos si se amplían  y aceleran las actuales reformas “hacia una economía de mercado”.

cubanos celebran muerte
Miembros de lo más reaccionario de la mafia anticubana en Miami también se suman a la celebración

Junto a esa incoherencia de sus ideas, Tamayo afrontó un sonado ridículo. Afirmó que Cuba no ha expresado inquietud por el futuro post Chávez, pero que la demostró al detener un programa de televisión para informar que este regresaba para someterse a una nueva intervención quirúrgica.

 También ha persistido la campaña anti-Nicolás Maduro. Volvieron a imputarle su procedencia cuando recorría zonas de Caracas “al volante de un autobús”, pero el martes “tomó las riendas del país”.

La ultraderecha le advierte, como es habitual sin pruebas concretas, que le será difícil obtener apoyo en un país dividido y lo vuelven a caracterizar como integrante del ala radical del oficialismo y “el más afín al gobierno cubano”.

Un politólogo de la universidad venezolana de Oriente, Steve Ellner, durante una entrevista con AP subrayó las motivaciones que a su juicio influyeron sobre Chávez para seleccionar a Maduro como vicepresidente.

En primer lugar por su lealtad a la dirección del país, y en segundo, por su inclinación a favor de medidas populares, como la expansión de puestos médicos destinados a proporcionar “tratamiento gratuito a los pobres”.

Todo, cuando en Caracas se realizan las más grandes manifestaciones de dolor, compromiso y firmeza que recuerde la historia de América Latina y el Caribe ante el fallecimiento de un jefe de Estado.

Sólido adelanto para los estrategas de la CIA, el Pentágono y el Salón Oval de la Casa Blanca mezclados en planes contra Venezuela, que no es, por Dios, un Afganistán americano.

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