Muestra homenaje revive a Gian María Volonté en La Habana

Casi dos décadas después de morir, Gian María Volonté regresa a La Habana que tanto amó, gracias a una muestra que la Cinemateca de Cuba organizó en honor del gran actor italiano.

Clásicos como Cristo se paró en Éboli y Tirano Banderas reviven aquí al versátil actor, que combinó su excelencia interpretativa con una militancia de izquierda a prueba de desengaños.

Investigación a un ciudadano libre de toda sospecha abre la serie de proyecciones, que incluye La muchacha de la valija, Crónica de una muerte anunciada, Sacco y Vanzetti, entre otras.

Los amantes del spaghetti western podrán verlo en una película que filmó, como dice su título, Por unos dólares más, porque como solía decir, necesitaba hacerse famoso para escoger sus papeles.

Amén de esa fase con el entonces desconocido Sergio Leone, a quien sacaba de quicio con su irreverencia, Volonté se volcó a un cine más comprometido, con el cual dejar una huella en la sociedad.

De hecho, consideraba que se podía hacer cine político dentro de ciertas estructuras comerciales, una visión dialéctica que rompía con los dogmas asociados a su intransigente filiación ideológica.

Por eso interpretó a personajes contracorrientes como Giordano Bruno, Enrico Mattei o Aldo Moro, en los cuales se sumergía física y psicológicamente, con lo que algunas llaman El Método Volonté.

Giovanna Gavrina Volonté, hija del actor, confesó a Prensa Latina que su padre era un actor pensante y con criterio, un sobreviviente de años muy duros que lo formaron política e histriónicamente.

«Incluso renunció a un papel en El Padrino II y en el Casanova de Fellini por filmar Actas de Marusia con Miguel Litín», comentó la hija de la también actriz Carla Gavrina.

El cineasta cubano Rogelio Paris, su amigo y discípulo, destacó que Volonté nunca se plegó a las tentadoras ofertas de los mayores estudios de Hollywood, por fidelidad a sus principios.

Conocido y admirado por los espectadores cubanos, Volonté murió en 1994, a los 61 años de edad, víctima de un infarto que, quizás, fue fruto de esa intensidad política y estética con que vivió.