Dialogan ballet y plástica en Festival Internacional

Dialogan ballet y plástica en Festival Internacional
Fecha de publicación: 
1 Noviembre 2012
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El Ballet de Cuba en el Festival Internacional rindió homenaje a tres grandes de la plástica nativa con imágenes de obras en movimiento que priorizaron el atractivo estético.
 
En honor al centenario del nacimiento de la escultora Rita Longa y los pintores Mariano Rodríguez y René Portocarrero, la compañía dirigida por Alicia Alonso revivió Flora, del coreógrafo Gustavo Herrera, que transformó a las primeras bailarinas y solistas en iconos sensuales y elegantes.

 

Cuadros para una exposición, de Alicia Alonso, devino tributo multiplicado al usar como escenografía 10 telones creados para la pieza por algunos de los pintores cubanos vivos más célebres del momento: Roberto Fabelo, Zaida del Río, Arturo Montoto, Alicia Leal y Nelson Domínguez, entre otros.

 

También jugó con la plástica el ingenioso vestuario de Tango tonto, de Jimmy Gamonet, en la interpretación de Bettina Ojeda y Carlos López, bailarines del Ballet Concierto de Puerto Rico.

 

Mientras el estreno en Cuba de Audabe, recordó las esculturas de Fidias, basadas en mitos y cánones griegos, desafiantes y cercanas a la perfección.

Esta obra de uno de los célebres bailarines y coreógrafos del siglo XX, Sergio Lifar, de origen ucraniano, tuvo en Sadaise Arencibia y Víctor Estévez ideales protagonistas.

 

Más temprano, en el Teatro Nacional, otro estreno suscitó las palmas del público, Double Bounce, del canadiense Peter Quantz, por el ingenio y la gracia, cualidades que por naturaleza poseen los primeros bailarines cubanos Viengsay Valdés y Dani Hernández, de quienes siempre se espera, y no defraudaron, alardes de virtuosismo técnico.

 

Las mayores ovaciones de esta gala las recibieron la primera solista del Ballet Nacional de Cuba Grettel Morejón y el bailarín Julio Blanes, pues dibujaron el pas de deux clásico Las llamas de París con buen gusto y ligereza.

 

La joven Morejón, en pleno ascenso, estuvo particularmente radiante, una técnica muy certera y la sensación de bailar en estado volátil.

En esta gala del 23 Festival Internacional de Ballet de La Habana se extrañó la programación de más piezas clásicas y todos los contemporáneos no estuvieron a la altura de un evento de tal magnitud.

 

Merecen destaque los estrenos en Cuba de Con te partiro, de Braham Logan, por la habilidad del bailarín Carlos López, del Ballet de Puerto Rico, y Radio y Julieta, de Edward Clug, por las extraordinarias posibilidades de segmentar los cuerpos como si los danzantes no tuvieran huesos, solo músculos.

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