El Papa Benedicto XVI viaja a zona de conflicto

El Papa Benedicto XVI viaja a zona de conflicto
Fecha de publicación: 
14 Septiembre 2012
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El Sumo Pontífice Benedicto XVI llegará hoy a El Líbano, donde reside una de las más influyentes comunidades católicas del Medio Oriente, en momentos de una crisis regional cuyas repercusiones son causa de inquietud política.

Una visita papal a este pequeño país árabe ha sido esperada por generaciones, pero nunca se había concretado y esta vez fue objeto de conjeturas sobre su factibilidad, tras el estallido en estados del norte de Africa y el Levante de violentas protestas contra Estados Unidos por una película insultante para el Islam, la confesión más difundida en esta zona.

A pesar de ese clima de tensión, el Vaticano insistió en que no existen razones para que Benedicto XVI modificara su intención de viajar a El Líbano, donde dos semanas atrás miembros de dos comunidades musulmanas, sunitas y alawitas, combatieron por diferencias respecto a la crisis siria.

El enunciado implica un alejamiento del Vaticano de la tendencia a identificar islamismo con terrorismo.

El jefe de la Iglesia católica será recibido por el presidente libanés, Michel Sleiman, cristiano maronita, y tiene en agenda entrevistarse con líderes religiosos de diversas confesiones, firmar y entregar el documento final del Sínodo de los Obispos para el Oriente Medio y, el domingo, oficiar una misa al aire libre en la localidad de Harisa, en el oriente de esta capital.

En este país los primeros cargos del Estado se distribuyen sobre bases confesionales: la presidencia corresponde a un cristiano maronita, al igual que el comando del Ejército; un musulmán sunita es el jefe del Gobierno y la presidencia del parlamento toca a un islámico chiíta, según el llamado acuerdo nacional, objeto de choques entre las diversas comunidades.

Horas atrás fuentes palestinas en los territorios ocupados pidieron a Benedicto XVI que tuviera en cuenta a los miles de refugiados palestinos en El Líbano, la mayoría de los cuales viven hacinados en paupérrimos campamentos en este capital y localidades meridionales, a menudo sujetos a bombardeos de la aviación israelí.

Hasta el presente ninguna fuerza política de las decenas que existen en este pequeño país levantino se ha manifestado contra la visita papal, la número 24 de Su Santidad desde que tomó en sus manos el báculo que llevó hasta su muerte, Juan Pablo II.

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