La importancia que revierte la vitrina del Grand Slam de París

La importancia que revierte la vitrina del Grand Slam de París
Fecha de publicación: 
9 Febrero 2020
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El de este 2020 no fue la excepción,  y entre 680 judocas de 115 naciones, entiéndase lo mejor de lo mejor en cada división, Cuba se despidió con tres preseas de bronce a los cuellos de Kaliema Antomarchi (78 kg), Iván Silva (90) y Andy Granda (+100 kg).

Fueron ellos los únicos que signaron rendimientos de podio entre la decena de exponentes antillanos que midieron fuerzas en los tatamis parisinos, rendimiento que les mereció una valiosa tajada de 500 puntos a cada uno para el ranking de clasificación olímpica que cerrará el venidero 30 de mayo. En los casos de Silva y Kaliema, para respirar con holgura en sus puestos de privilegio, en tanto Granda escaló posiciones.

Hablamos de medirse en no menos de una oportunidad a rivales de mayor aval y recorrido internacional de rigor, como en el caso de Granda, quien tuvo que emerger airoso en cinco duelos para poder saborear el podio. Ya habíamos comentado la desventaja que posee en cuanto a talla y peso corporal nuestro exponente de los súper completos, pero ese déficit lo suple con explosividad y movilidad desconcertante sobre el tatami.

La secuencia

A tal punto que en la ciudad Luz solo sucumbió por el liderazgo del poule B ante el holandés y a la postre rey Henk Grol (12mo-2 835 ptos) sin compilar el millar ganado con su cetro.

Por el bronce en la AccorHotels Arena de Bercy, Granda desbancó por wazari al brasileño Rafael Silva (9no-3 123), tomando venganza de par de reveses en 2019 frente al sudamericano.  

Mucho menos engorroso resultó el camino de Kaliema. Su condición de cuarta del escalafón (3 962 rayas antes de este torneo), le mereció una siembra en la llave D de los 78 kg y por consiguiente tuvo que exigirse menos. Precisamente en la disputa del pase a semifinales sucumbió por ippon ante la anfitriona Fanny Estelle Posvite (5ta-3 860), subcampeona en definitiva.

Por el metal bronceado dejó en el caminó con idénticos wazaris Kaliema a la polaca Beata Pacut, y a la local Audrey Tcheumeo, considerada entre las legendarias de esa categoría durante muchos años.

El cetro quedó en casa, pues la intratable Madeleine Malonga (3ra-4 559) hizo honor a su tercer peldaño del listado universal.

Silva (3ro-4 423),  también fue merecedor de una siembra en la poule D de los 90 kg. En su ruta le propinó ippon al húngaro Roland Goz y después  wazari al sudcoreano Hongkyu Lee.

No pudo acuñar su avance directo a semifinales pues hincó su rodilla en regla de oro versus el japonés Kenta Nagasawa cuando le marcaron tercer shido (amonestación).

Pero su redención la hallaría por el bronce, siendo capaz de doblegar al polaco Ptior Kuczera, y luego al azerí Mammadali Mehdiyev por ippon en combate con alargue a Regla de oro. El español Nikoloz Sherazadishvili (1ro-6 851) hizo honor a su condición de máximo favorito.

La Mayor de las Antillas también inscribió este domingo a Daile Ojeda (+78) y Heriberto Rivero (100), quienes no pudieron avanzar hacia los podios. Ojeda de salida derrotó por ippon a la rusa Kseniia Chibisova y después perdió de similar forma con la turca Kayra Sayit.

Rivero salió airoso por la vía rápida contra el representante de Seychelles, Dominic Dugasse, y en segunda pelea le marcaron tres penalidades con el serbio Bojan Dosen.

Antes habían fracasado en su intento de avance otras piezas claves de nuestra escuadra como Magdiel Estrada (73 kg) y Orlando Polanco (66); y las féminas Nahomys Acosta (52) y Maylin del Toro (63).

En la tabla de medallas, la comitiva insular con cosecha de 0-0-3 culminó en el lugar 18 de una tabla comandada por Japón (3-5-5), Francia (3-1-2), Sudcorea (1-1-0), Canadá, Holanda, Ucrania y Kosovo (1-0-1), y España, Israel y Bélgica (1-0-0), en calidad de naciones merecedoras de un vellocino.

El análisis

Ahora nuestra armada incursionará dentro de dos fines de semanas en el Grand Slam de Dusseldorf, Alemania, con similar foja para los agraciados medallistas. Lo más interesante de este periplo, además de poder medirse a varios de los mejores exponentes en cada una de las divisiones, lo hallamos en la posibilidad que tienen los nuestros de desarrollar campos de entrenamiento, randoris y ejercicios con varias de las potencias inscritas.

Elemento de mucha valía pues contribuye considerablemente a la obtención de forma deportiva de los nuestros, además de materializar estudios de contrarios y calibrar a los principales escollos en cada caso.

El judo continúa su ruta rumbo a Tokio, además de Idalys Ortiz (+78), Silva, Kaliema, Granda, y del Toro, aparecen con grandes posibilidades de colarse Magdiel, Osniel Solís o Polanco, o Nahomys, estos últimos en este minuto dependiendo de la única plaza que se nos concedería por concepto de cuota continental.

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