Baloncesto masculino cubano: Copa América 2021, ¿al alcance?

El mundo de los encestes no se detiene. A tono con su sobrenombre de deporte ráfaga el baloncesto busca su evolución constante, y en este preciso instante 16 elencos femeninos buscan a brazo partido en cuatro sedes una decena de los 12 boletos olímpicos en disputa, pues Japón por su condición de sede, y Estados Unidos, flamante campeón de la Copa del Mundo, ya se encuentran asegurados.

Ante semejante panorama, nuestra armada varonil se alista para disputar una lid de menor calibre: las ventanas eliminatorias rumbo a la Copa América 2021, cuyo primer acto tendrá lugar en el coliseo de la Ciudad Deportiva el próximo día 21 frente a Islas Vírgenes estadounidenses.

Luego le devolveremos la visita a sus predios el 24. Eso antes de que el 26 y el 29 de noviembre choquemos con República Dominicana y Canadá, los restantes rivales de la llave, por ese orden.

El panorama del baloncesto cubano en el ciclo que está próximo a culminar no ha sido alentador. Si bien los varones, ubicados en el puesto 64 del ranking Mundial (143.3 ptos) y en el 13 de América, tuvieron un ligero repunte; sus homólogas (25-271.6) y quintas del continente vieron ceder terreno, con derrotas ante sus similares de Puerto Rico y Colombia en competiciones importantes, además de pírricas victorias sobre México y República Dominicana, rivales a los que solíamos dominar con holgura.

Si bien es cierto que en el caso de las chicas ha habido una transición generacional casi del 80% en la preselección, también lo es el hecho de que muchas de esas jugadoras aún no poseen el nivel para codearse con la élite de la región, amén de que no pocas han tenido la posibilidad de disputar el certamen liguero de República Dominicana, gracias al convenio entre Federaciones y justa cualitativamente superior a nuestra Liga Superior femenina, pero considerablemente por debajo de clásicos como los de Argentina, Brasil, Canadá… y ni qué decir de la WNBA estadounidense, por solo mencionar algunos torneos de nuestra área geográfica.

En el caso de los hombres, la presencia de buena parte del grueso de nuestra preselección en torneos ligueros que van desde España, pasando por Argentina, y El Salvador, todos está previsto que se alisten para dichos compromisos competitivos.
A propósito, la Comisionada Nacional Dalia Henry, explicó al colega Daniel Martínez del semanario Trabajadores: “Esta previsto contar con sus servicios. Forma parte del pacto firmado con los clubes. Deben participar en la mayoría de los choques oficiales programados por FIBA América. Así lo estipula la ley”.

Sin embargo, hay otra camada de basquetbolistas antillanos de rendimientos loables en otras latitudes, y algunos de los cuáles han hecho manifiestas sus intenciones de representarnos. Por cierto, la lesión del pívot Javier Jústiz constituye una baja sumamente sensible de cara a esos duelos.

En tal caso se hallan Reynaldo García, milita con el Durango de la Liga Mexicana, y Jorman Polás (Telekom Basket Bonn). Otros que pudieran ser de gran valía y estar bajo ese prisma en un futuro cercano, si su status migratorio y otras condicionantes lo permiten, serían los capitalinos Howard Sant-Ross y Darol Hernández Zilenko, por solo citar a algunos que destilan talento y poseen aval de números positivos en otros escenarios ligueros del viejo continente.

Al respecto, en un intercambio relámpago con CubaSí, la propia Henry descartó la posible inserción de García en la nómina que enfrentará a Islas Vírgenes: “Para estos primeros compromisos será prácticamente imposible. Es un proceso que lleva ciertos pasos y niveles de aprobación que aún no se han dado”.

Para nadie es secreto que el nivel del baloncesto tanto a nivel universal como en América, ha crecido considerablemente. Cuba ha intentado, y lo sigue haciendo, disminuir esa brecha que la separa al menos de los niveles de élite continental.

Ha habido mecanismos de crecimiento individual y oxigenación, como la contratación de nuestros jugadores en otros escenarios, pero eso es solo una variable. Urge consolidar el trabajo en la base con las captaciones de aquellos muchachos de mayor talla y habilidades; asegurar su permanencia en nuestra pirámide y que luego no se malogren; conferirles la mayor calidad posible a nuestros certámenes de las distintas categorías, con puntos culminantes en cada una de las ligas superiores; garantizar medianamente la logística para masificar la práctica de esta disciplina en las distintas provincias…

De vuelta a la Ventana, las restantes agrupaciones las integran Argentina, Chile, Colombia y Venezuela el grupo A; Brasil, Panamá, Paraguay y Uuruguay el B; y Bahamas, Estados Unidos, México y Puerto Rico el D.

Los dos punteros de cada agrupación emergerán agraciados para la Copa Américas 2021.

El cierre lo hacemos analizando el rendimiento antillano en el torneo pre-clasificatorio:

En esa competición los nuestros acumularon tres triunfos sin asomo de revés: 88-74 ante Bahamas, 82-80 a costa de Belice, y 123-70 vs. Antigua y Barbuda.

Aupados por sus jugadores internacionales claves, entiéndase Jasiel Rivero, -líder en eficiencia (30.0%), promedio de puntos (25.5), y tercero en rebotes (8.5)-; y Javier Jústiz, - eficiencia de (27.0), media de (14.3) cartones-7mo, y puntero en rebotes (11.0), las huestes cubanas dieron señales de crecimiento, independientemente de medirse a rivales cualitativamente inferiores.

El hecho de haber superado los 80 tantos en los tres desafíos, mejor rotación del esférico y ofensiva repartida con mayor oxígeno en las variantes habla de un plantel que de a poco va ganando en madurez.

Colectivamente la armada de la Mayor de las Antillas encestó 293 cartones y permitió 224. Trabajó además para 97.7 tantos a la vanguardia del certamen, lo mismo que en las asistencias 22.7 por encuentro, en tanto fueron los quintos reboteadores con 44 por duelo.

Si miramos más profundamente los porcentajes tenemos que se compiló un respetable 50.2% de tiros de campo, 41 más allá del perímetro, y 67.2% en tiradas libres, aún asignatura pendiente y de trascendencia a la hora de definir choques cerrados.

Otro indicador desfavorable dentro de la justa fue el hecho de que se cometieron 14.7 pérdidas como media, bastante elevada a juzgar por las exigencias de los oponentes…