Defender la eficiencia desde el corazón de la fábrica
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En la segunda visita del Consejo de Ministros a la provincia de Ciego de Ávila, el Presidente cubano instó a exigir por la eficiencia desde donde nacen los procesos productivos y convocó a los trabajadores a involucrarse más en la discusión del Plan de la Economía del 2020.
Por segunda ocasión en poco más de un año, llegó este jueves hasta la provincia de Ciego de Ávila el Consejo de Ministros, encabezado por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Luego del recorrido de octubre del 2018 – del que se desprendieron 30 indicaciones, 22 de ellas ya cumplidas y ocho en vías de solución – el máximo órgano del Gobierno cubano regresó al territorio para intercambiar experiencias y destrabar lo que sea necesario.
La agenda del mandatario, que transcurre de manera paralela con la del vicepresidente Salvador Valdés Mesa, los vicepresidentes del Consejo de Ministros y varios titulares de organismos, comenzó en esta oportunidad en Morón, por la Empresa Pecuaria Genética Turiguanó, “un lugar al que siempre da gusto venir”, según dijo Díaz-Canel al término de un intercambio con Venancio Rodríguez Domínguez, su director.
Con cerca de 6 mil 200 hectáreas de tierra dedicada a la ganadería y 5 mil 341 cabezas de ganado de la raza Santa Getrudis, está definido como el mayor rebaño de su tipo en Cuba y el segundo de América Latina. El objetivo de la empresa, aclaró el director, es la mejora de la raza, la obtención de sementales y la producción de carne de res, sobre todo con destino al turismo, atendiendo a la alta prioridad de la llamada industria sin chimeneas para la vitalidad de la economía cubana.
En el diálogo se conoció sobre los indicadores económicos principales de la empresa que mantiene buenos números, por ejemplo, en las ventas totales, en la sustitución de importaciones, en los ingresos y en la productividad. El mandatario indagó sobre el uso de plantas proteicas para el alimento de los animales, un programa impulsado por el Comandante Fidel Castro Ruz, que fue considerado por Rodríguez Domínguez como “ciencia constituida” y una “fortaleza para la empresa”.
El Jefe de Estado se interesó igualmente por el proyecto de asociación económica internacional en el que trabaja actualmente la entidad, para el desarrollo de la ganadería vacuna, la ceba de toros, la comercialización de la carne de res, los cortes especiales, entre otros, con el fin de sustituir importaciones y también exportar hacia diferentes mercados.
Esta empresa, consideró el Presidente de la República, se va pareciendo a lo que queremos lograr con la ganadería y por eso tenemos que socializar la experiencia con los demás territorios, señaló poco después de conocer sobre la utilización de energías renovables para bombear agua; los encadenamientos productivos con otras industrias; la apuesta total por la innovación tecnológica; los vínculos con la universidad y otras entidades científicas; y la informatización de todos sus procesos.
En su afán de conocer las interioridades de las líneas productivas y conversar con sus protagonistas, el mandatario recorrió el Combinado Cárnico, donde con una moderna tecnología italiana, instalada allí hace cerca de dos años, se humaniza y agiliza el trabajo de los operarios, al tiempo que se aprovecha más y mejor cada subproducto.
El recorrido del Presidente siguió luego por la Fábrica de Calentadores Solares Rensol, entidad que en su plan del 2019 había comprometido 8 mil 100 calentadores, pero por dificultades con el arribo de la materia prima llegará finalmente a 7 mil 100. Explicaron sus directivos que, en cambio, los niveles de actividad se han sobrecumplido con la fabricación de 10 mil 358 tanques plásticos con destino al Programa de la Vivienda.
El mandatario fue tajante al abordar el asunto de las inversiones, a raíz del incumplimiento con una que debía realizarse allí para mejorar la producción. Hay que ser exigentes, tener inquietud revolucionaria ante los problemas, no quedarse de brazos cruzados o acomodarse, incluso ante el ambiente adverso que genera el recrudecimiento del bloqueo.
Al caminar por los talleres, el Jefe de Estado conoció detalles sobre cómo se fabrican los calentadores solares y también de una propuesta novedosa que “manejan” sus trabajadores, referida a cambiar la matriz energética del horno donde se hacen los tanques plásticos: de diésel a gas natural. Presenten la idea – exhortó Díaz-Canel – precisamente es eso lo que queremos, que los trabajadores en la discusión del Plan de la Economía del 2020 propongan soluciones para buscar más eficiencia, pero al nivel de cada fábrica, de cada taller, aseveró.
La agenda del mandatario incluyó luego una visita al central azucarero Ciro Redondo, donde se despliega un fuerte y costoso proceso inversionista para aumentar su capacidad industrial y responder a las necesidades de la moderna bioeléctrica que se construye cercana al coloso avileño. Según reseñaba Granma hace unos meses, se trata de una treintena de inversiones, entre ellas el montaje de un tándem, la grúa viajera, el clarificador, la báscula de ferrocarril y el tanque de miel.
Al pie de la obra, cuya inversión ronda los 70 millones de dólares y tiene atrasos en su concreción, Díaz-Canel advirtió que este Central se debe convertir en un modelo de la industria azucarera a la que queremos llegar, con la implementación de nuevas tecnologías, la automatización de todos sus procesos y la vinculación con las energías renovables.
De eso se habló después, cuando el Presidente llegó a la bioeléctrica Ciro Redondo, un impresionante emplazamiento que se cuenta entre las mayores obras en ejecución en Cuba, vinculadas al uso de fuentes renovables de energías. Cuando ponga en marcha sus motores, deberá entregar 60 megawatts/hora al Sistema Electroenergético Nacional, que equivale, según dijeron en el terreno al Presidente de la República, al 50% de la energía eléctrica que demanda la provincia de Ciego de Ávila.
La planta – desarrollada por la empresa mixta Biopower S.A, cuyos accionistas son la británica Havana Energy y la cubana Zerus – funcionará con el bagazo de caña que le entregue el central vecino, con el marabú y con otros bosques energéticos. Sentado ante la pizarra de control desde donde se dirigirán y visualizarán todos los procesos de la bioeléctrica, Díaz-Canel reflexionó sobre la necesidad de que los estudiantes de carreras afines hagan pasantías frecuentes allí para ayudar a la formación de los nuevos técnicos e ingenieros.
Como sucede casi siempre en estos recorridos, el Presidente privilegió en su agenda la visita a un Centro de Producción Local de Materiales de la Construcción, porque es prioridad del Gobierno cubano el tema habitacional, de los más peliagudos en la Isla. Esta vez escogió uno ubicado también en el municipio Ciro Redondo y que logra la meta de hacer diariamente todos los elementos estructurales que necesita una vivienda. En total 53 renglones salen de las manos de sus operarios.
Acompañado por el Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez, vicepresidente del Consejo de Ministros e impulsor principal del Programa de la Vivienda, Díaz-Canel recorrió todo el combinado, también a la vera de Yoannia Trancho Herrera, una joven de 36 años que llegó al lugar hace siete años como almacenera y hoy dirige todo lo bueno que pasa allí. “Esas son nuestras historias de vida”, dijo el Presidente a esta reportera, poco antes de hablar, otra vez, sobre la calidad en la construcción y la posibilidad real y cercana de hacer cosas fuertes, duraderas y también bellas. Él lo comprobó aquí.
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