Béisbol: lo que un día fue, ¿no será?

Béisbol: lo que un día fue, ¿no será?
Fecha de publicación: 
19 Noviembre 2019
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Parodiando al rey de la canción romántica, el mexicano José José, me cuestiono si Lo que un día fue, ¿no será?, como muestra de mi actual preocupación -y la de todos los hinchas cubanos al deporte de las bolas y los strikes-, por lo escabroso que se torna el camino de cara a la clasificación del equipo Cuba para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La Isla siempre ha tenido representación beisbolera y nunca se ha quedado fuera del medallero, desde que este deporte se inició en la justa estival de Barcelona 1992, y cerró en Beijing 2008, pues fue excluido de los torneos efectuados en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Por demás, el excelente saldo cubano es de tres títulos y dos medallas de plata.

Hoy en día, como veo el ambiente competitivo, me duele escribirlo, pero no veo la luz al final del túnel en pos de conseguir un boleto para el certamen beisbolero del 2020, con sede en el Estadio de Fukushima Azuma, de la capital nipona.

El primer intento de la tropa del nuevo mánager camagüeyano Miguel Borroto, fue infructífero; terminó en el último puesto del grupo eliminatorio C con sede en el estadio Gocheok Sky Dome, de Seúl, víctima de una escasa ofensiva, con dígitos totalmente disímiles a
aquellos impactantes que mostraban las alineaciones de otrora, las cuales despachaban jonrones contra cualquier rival.

Recuerdo aquellos excelentes lanzadores japoneses llamados “submarinos”, como Ideo Furuya, o a los jóvenes pero veloces tiradores estadounidenses, a los cuales Cuba enfrentó con acierto. Por eso tanto se extraña a jugadores como Víctor Mesa, Antonio Pacheco,
Omar Linares, Orestes Kindelán y Lourdes Gourriel, por solo citar esos nombres que “amedrentaban” a los lanzadores oponentes.

Y ese tiempo de glorias sobre los terrenos foráneos, parece ser que no volverán. Evento tras evento, los equipos regresan derrotados. Y este último certamen en suelo sudcoreano, no fue la excepción.

En tres partidos, contra selecciones como México, Australia y la anfitriona, la selección isleña no pudo pegar ni un extra base. Yurisbel Gracial y Alfredo Despaigne, los “samuráis” del SoftBank japonés que fueron ubicados de forma inamovible como tercero y cuarto
bates de la alineación quedaron, una vez más, en deuda con la afición. Entre los dos se fueron de ¡24-2!, ambos sencillos del slugger granmense.

Pero jugadores como Frederich Cepeda, Alexander Ayala, Erisbel Arruebarruena y Yosvani Alarcón, piezas claves del grupo, apenas impactaron con la pelota. Y lo más doloroso del caso es que serán ellos, y no otros –porque no hay de dónde sacar-, los que intentarán seguir detrás de la captura del boleto olímpico en los dos eventos que restan.

El primero será el clasificatorio de América, en la ciudad estadounidense de Arizona en marzo de 2020, con la presencia de todos los equipos de la región que participaron en el Premier 12 y no lograron avanzar.

Y de no conseguir ahí el ansiado cupo, algo casi seguro, quedará una última oportunidad en el torneo que se disputará un mes después en Taipéi de China, el cual contará con la presencia de seis equipos: el segundo lugar del clasificatorio de África-Europa; así como también el segundo y tercer puestos de las Américas, unidos a los dos mejores elencos del Campeonato Asiático (sin contar las naciones ya clasificadas para Tokio) y el ganador de Oceanía 2019.

¿Será que, como sucedía antes, aplaudiremos la adquisición de otro boleto olímpico, o que ahora, por primera vez en la historia, Cuba se quedará fuera y no irá a Tokio 2020? Me resisto a pensar que no será posible. ¿Y usted?

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