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¿Por qué llamar fracaso a un equipo que perdió dignamente con otro que lo supera más de 50 escalones en el ranking del FIFA? Honduras está compuesto en su totalidad por jugadores profesionales, la mayoría juega en Ligas de primer y segundo orden, mientras que los nuestros no dejan de ser aficionados y para colmo, hijos del período especial, con todo lo que en lo físico y mental esto representa. A esos chicos hay que hacerles un monumento y más que criticarlos, hay que darles ánimo, y no señalarlos con el dedo inquisidor. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo que somos los que mas grande la tenemos, y que por solo ser cubanos tenemos que ganar en todo?. Un baño de humildad es lo que nos hace falta. Debemos darnos cuenta que nuestro modelo deportivo no funciona en el mundo actual. Y que ese modelo deportivo debe discutirse en conjunto con todas las discusiones que se dan en nuestro país. ¿Por qué tanto miedo a la palabra profesionalismo? Cuando el profesionalismo fue un logro de las clases más bajas y pobres, que gracias al deporte rentado pudieron dedicarse a hacer lo que le gustaba. Que después las grandes empresas vieran la veta y lo convirtieran en negocio es otra cosa. Me parece absurdo que una revolución hecha por y para los humildes defienda un modelo de deporte (el amateurismo) en el que solo tienen lugar los niños ricos, que como lo tienen todo resuelto, se pueden dedicar a practicar deportes sin tener que trabajar. Mi homenaje y respeto a los deportistas cubanos que de la nada hacen milagros.