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En 1981 Cuba enfrentó una fuerte epidemia de dengue, incluyendo el hemorrágico introducido por el agente CIA Eduardo Arocena, como él mismo declaró y aparece en varios documentos. Ya en 1982 se había controlado. En 2006 comenzó el repunte del dengue. En 2015 aumentó la gravedad del asunto. En 2019 comenzó la COVID y ya en 2022 tras 16 años y cientos o miles de millones invertidos estamos peor que antes. Cuando hablo con veteranos de la campaña de 1981-82, que en un año controlaron el dengue, me expresan grandes diferencias con los métodos que usamos sin éxito desde hace 16 años, desde el 2006. En aquel entonces no se apostaba tanto a "la responsabilidad es de todos", la conciencia popular, ni se recargaba con estas tareas al sistema de atención primaria. Ni se movilizaban tantos estudiantes o reclutas. La táctica era otra: Epidemiología y Defensa Civil (subordinada a epidemiología, no a la inversa), al frente de la tarea con brigadas profesionales y barridos más profundos y serios. El Minint incluso con cerrajeros y policías para entrar en las casas clausuradas y no dejarlas atrás. El MINAGRIC y las FAR en misión auxiliar de fumigación tras recibir las indicaciones de Epidemiología. Y también campañas de conciencia popular, pero en primer lugar la responsabilidad y recursos para los que cobran por eso. Hoy los departamentos de Epidemiología son pequeños y con pocos recursos, y sus acciones se subordinan a direcciones de policlinicos, gobierno, y otros actores. Valdría la pena meditar sobre todo esto, buscar materiales de archivo, ahora se habla de traer especialistas de Argentina y otros países a un curso internacional de vectores a enseñarnos como combatir, entre otros, al dengue. Es como cuando se traen brasileños para el azúcar o vietnamitas para el café. !!?? Algo está fallando en nuestra organización. Ya el problema del dengue se resolvió una vez. Variar la estrategia no ha funcionado, tras 16 años y amplios recursos gastados. Por favor, consulten a los veteranos, a los archivos, el agua tibia ya se inventó.