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Incontables son la veces que las decisiones complacientes de gobernantes sumisos a la voluntad del imperio provoca daños irreparable al pueblo, los más necesitados, la actual pandemia le demuestra la vocación solidaria y humanista de la revolución cubana, legado de Fidel, pero también demuestra a esos títeres que se equivocaron aunque la soberbia le impida reconocerlo, Brasil, Bolivia, Ecuador son pueblos hermanos a los que estoy seguro volveremos un día cuando el egoísmo y la sinrazón sean desterrados de sus dirigentes de turno.
25 Marzo 2020, 8:20 am
Anónimo